lunes, 18 de julio de 2011

"Amor prohibido"

smeralda, una joven de 16 años, vivía con sus padres. Era una familia rica.
Era muy hermosa, tenía los ojos verdes y el pelo negro. Era una chica muy soñadora, le gustaba la poesía, nadar y los caballos. Sus padres, Godofredo y Victoria, eran personas muy influyentes e importantes.
Su padre era un importante criador de caballos y su madre diseñaba y vendía vestidos elegantes que gustaban mucho a la burguesía. El padre de esmeralda necesitaba más sirvientes para limpiar y atender a los caballos.
Un día se marchó en busca de ayudantes con algunos guardias y fueron a la parte pobre de Inglaterra. Llegaron a una pequeña casita que había detrás del mercado, en ella vivía Arturo con su familia.
GODOFREDO: Hola, Arturo, me gustaría que trabajaras para mí en los establos de mi casa. ¿te interesa?
ARTURO: bueno, como puede ver, necesitamos dinero, si; pero tendré que pensármelo antes.
GODOFREDO: De acuerdo, tienes dos días. Adiós.
Godofredo se marchó de la casa de Arturo una vez dicho esto, pero antes…
GODOFREDO: ah y si tienes algún amigo… díselo también.
Godofredo se marchó y Arturo se quedó pensando en el trabajo. Era un chico joven, tenia 18 años y vivía con si familia, eran pobres. Se dedicaba a vender pulseras y collares en el  mercadillo. Sus padres, Jimeno y Julieta, se dedicaban a cuidar cabras y hacer collares y pulseras que luego Arturo vendía.
Godofredo llegó a casa
GODOFREDO: buenas noche, hija mía, buenas noche, esposa
VICTORIA: Bueno, ¿que tal ha ido la búsqueda de sirvientes?
ESMERALDA: ¡cierto! Aunque debo decir que no estoy muy de acuerdo en que tengamos mas sirvientes
GODOFREDO: Ya hija, pero  ¿Quién va a cuidar de los caballos sino?
Bueno, creo que ya tengo, al menos, uno y si tiene algún amigo pues ya veremos. Se llama Arturo es un muchacho joven de unos 20 años vive cerca del mercadillo. Me ha dicho que tenía que pensarlo, le he dado unos días.
ESMERALDA: (como siempre soñando… y si el tal Arturo es guapo, simpático, amable…) ¿Cuándo dices que vendría?
GODOFREDO: de momento no lo sé, tiene que pensarlo. ¿ por qué?
ESMERALDA: No, por nada…
En ese momento la sirvienta entro para avisar de que la cena ya estaba preparada
VICTORIA Y GODOFREDO: de acuerdo, gracias
Esmeralda estaba ausente, pensativa su madre la estaba llamando para ir a cenar, pero ella no la oía
VICTORIA: esmeralda, hija vamos a cenar.. ¿Esmeralda? ¿ hija?
ESMERALDA: ¿eh? ¿Qué? si, si ya voy
VICTORIA: hija mía ¿dónde estabas? Siempre estas soñando.
Mientras tanto en casa de Arturo hablaban del trabajo que le acababan de proponer
ARTURO: madre, ¿crees que debo aceptar ese trabajo?
JULIETA: bueno, el dinero que te dan mal no nos va a venir, pero depende de ti si quieres o no cogerlo.
JIMENO: hijo, yo lo cogería  si fuera tú porque parece un buen trabajo además ¿no te dijo que si tenias algún amigo le llamaras también?
ARTURO: si y eso ¿qué?
JIMENO: Pues que si vas con ese amigo tuyo el tal “Eliso”
ARTURO: jeje, Eliseo, papá se llama Eliseo
JIMENO: bueno, pues eso, Eliseo 
ARTURO: Bueno, lo pensaré
Pasaron dos días y Godofredo volvió a la casa de Arturo para ver que había decidido con lo del trabajo
GODOFREDO: Buenos días, Arturo, ¿Ya has decidido algo con respecto al trabajo?
ARTURO: bueno, pues si, lo voy a aceptar
GODOFREDO: bien, ¿vendrá alguien más contigo?
ARTURO: Si, tengo un amigo  al que le podría interesar, yo creo que también acepta. Se llama Eliseo  vive dos calles mas abajo
GODOFREDO: bien, pues serian 300 dólares cada semana ¿ de acuerdo?
ARTURO: ¿Cómo? ¿300 dólares semanales? Pero eso,… seria entre los dos, ¿no?
GODOFREDO: no, no serían 300 dólares para cada uno.
ARTURO: ¿qué? ¡Genial ¿¿Cuándo empezamos??
GODOFREDO: jaja mañana… si puedes
ARTURO: Si, claro que si. Hablaré con Eliseo y mañana mismo empezamos.
GODOFREDO: bien, os vendré a buscar aquí. Por cierto, tendréis que quedaros a vivir en la casa, ya que yo vivo lejos de aquí y seria muy cansado ir y volver cada día. Pero gozareis de comida y sitio propio donde dormir.
ARTURO: De acuerdo. Hasta mañana, señor
GODOFREDO: con Godofredo es suficiente, muchacho. Bien, adiós.
Godofredo se marcha y Arturo se queda pensando, muy contento en lo que le acaban de contar. En seguida va a contárselo a sus padres y después a buscar a su amigo para informarle del nuevo trabajo que tienen.
ARTURO: ¡madre, padre! He cogido el trabajo y también para Eliseo.
JIMENO: Bien, hijo
ARTURO: pero, no sabéis lo mejor. ¡¡Nos van a dar 300 dólares a cada uno cada semana!!
JIMENO Y JULIETA: ¿Qué? ¡ dios mío!
JULIETA: ¡¡Cuánto dinero, Arturo!!
ARTURO: Si, además, tendré que vivir en su casa porque está lejos de aquí. Mañana nos vienen a buscar a Eliseo y a mí aquí.
JIMENO: pues, debes prepararte
ARTURO: Bueno, padre todavía tengo tiempo. Ahora me voy a contarle todo a Eliseo. Adiós
Arturo se fue corriendo para contarle todo a su amigo. Dio un beso a su madre y se marchó. Mientras tanto en casa de Esmeralda también se enteraban da la noticia de los nuevos sirvientes.
GODOFREDO: hola, Esmeralda
ESMERALDA: Padre, ¿Cómo estas?
GODOFREDO; bien. Mañana llegaran los nuevos sirvientes y se quedarán aquí.
ESMERALDA: pero, ¿no era solo uno?
GODOFREDO: Si, pero el chico tiene un amigo que también esta interesado en el trabajo
ESMERALDA: Bien, y ¿donde se van a quedar?
GODOFREDO: pues, aquí en casa en las habitaciones de arriba. He de avisar para que las preparen
ESMERALDA: ¿en esas tan malas? No, no que se queden en las más grandes, digo porque como vienen a trabajar que tengan un buen sitio para dormir y descansar.
GODOFREDO: Como quieras, a mi eso me da igual.
En ese momento entro en la sala Victoria con un vestido nuevo.
VICTORIA: Hola, querido, ¿qué tal? ¿de qué estáis hablando?
GODOFREDO: bien, estoy comentando con tu hija lo de los nuevos sirvientes
VICTORIA: y ¿ como va eso?
GODOFREDO: bien, ya tengo dos muchachos que…
Esmeralda interrumpió
ESMERALDA: mamá, perdón ¿puedo salir con Nora y Diana?
VICTORIA: Si, claro hija
ESMERALDA: Vale, adiós
Esmeralda se fue con sus amigas. Cogió uno de los caballos de su padre y se fue a casa de Nora
ESMERALDA: Hola, Nora ¿cómo estas?
NORA: Hola, Esme. Bien, bien ¿ tu?. ¿Vamos a buscar a Diana?
ESMERALDA: bien, eso mismo te iba a decir yo.
Las dos chicas se marcharon a buscar a su amiga Diana. Llegaron a la casa de ésta , que vivía en una gran mansión con muchos árboles. Esmeralda dejo su caballo atado en la puerta de la gran casa.
ESMERALDA Y NORA: Hola diana
DIANA: hola, chicas ¿como estáis?
NORA: estupendamente
ESMERALDA: muy bien, Diana
DIANA: ¿Qué queréis que hagamos?
Mientras las tres amigas se ponían de acuerdo, Arturo acababa de llegar al mercadillo.
ARTURO: Hola, Eliseo ¿que tal van las ventas?
ELISEO: bien, aquí estoy en ello. ¿qué tal?
ARTURO: Tengo que contarte algo
Eliseo se giro un momento y vio a lo lejos a Nora, Diana y Esmeralda.
ELISEO: ¡mira que tres muchachas!
ARTURO: ¿Qué?
Arturo giro la cabeza en la dirección que le decía su amigo y…. se quedó como atontado mirando
ARTURO: ¿Habías visto alguna vez una belleza así?
ELISEO: ¡nunca! ¿Quienes son? ¿cómo se llamaran?
ARTURO: No lo sé, pero voy a averiguarlo
ELISEO: pero, ¿que dices?
Arturo salió corriendo en dirección a las chicas y se quedo quieto delante de Esmeralda.
ARTURO: Hola, ¿paseando?
NORA: pues si, para eso hemos venido
Arturo no dejaba de mirar a Esmeralda
ARTURO: soy Arturo….
ESMERALDA: Pues… ellas son Nora y Diana y yo me llamo Esmeralda
ARTURO: encantado ¿quieres una pulsera?
ESMERALDA: Pero, yo no llevo  dinero
DIANA: yo tampoco tengo
ARTURO: Es igual, yo te… os la regalo
ESMERALDA: gracias
ARTURO: No las des
ESMERALDA: ¿Te dedicas a esto?
ARTURO: Si, bueno aunque ahora tengo otro trabajo.
Las amigas de Esmeralda se fueron a mirar otras tiendas y la dejaron sola hablando con él. Pero ninguno de los dos se dio cuenta.
ARTURO: Oye, ¿nunca te han dicho que tienes los ojos mas bonitos del mundo?
ESMERALDA: Gracias…
Ella estaba muy nerviosa porque Arturo estaba muy cerca de ella y además le parecía guapísimo. Entonces se acerco a ellos Eliseo.
ELISEO: Hola
ARTURO: ah, este es mi amigo Eliseo, también trabaja aquí conmigo


ESMERALDA: hola, yo….te presentaría a mis amigas, pero me acabo de dar cuenta de que me han abandonado, jeje
Arturo se quedó todo el tiempo mirando a Esmeralda como si nunca hubiera visto a una chica.
ELISEO: No te preocupes, ya las conoceré. Encantado, Esmeralda. ¡Adiós!
ESMERALDA: oh, ¡adiós!
ARTURO: ehmmm… ¡adiós, compañero!
De repente, Esmeralda se dio cuenta de lo que dijo su padre, lo del sirviente llamado Arturo, ¿sería él?
ESMERALDA: yo también me voy
ARTURO: vale, oye, espera ¿quieres que te acompañe?
ESMERALDA: no, gracias, ¡adiós!
ARTURO: vale… ¡adiós!
Arturo vuelve a su trabajo y Esmeralda se va. Sus amigas la están buscando. 
DIANA: ¿Dónde se habrá metido esta niña?
NORA: eh, ¿no es ese el chico de antes? Preguntémosle a él a ver si sabes dónde está
DIANA: está bien. Vámonos.
NORA: hola, Oye, ¿tú sabes dónde está Esmeralda, nuestras amiga?
ARTURO: ¿qué? Ahh sois las chicas de antes, ¿no?
DIANA: Si, ¿sabes dónde está?
ARTURO: Pues, ya se ha ido a casa
NORA: ¿qué? ¿sin nosotras? Vale…gracias. Vámonos, Diana
DIANA: Vale, adiós y ¡gracias!
Nora cogió a Diana del brazo muy fuerte y se marcharon. Por fin encontraron a Esmeralda.
NORA: ¿Se puede saber dónde estabas?
DIANA: eso, ¡que ésta casi me arranca un brazo! 
ESMERALDA: bueno, es que  creía que ya os habíais ido y por eso me fui y, además, el chico con el que hablaba creo que es el nuevo sirviente de mi padre.
NORA: ¿quién? ¿el guapo? Espera, ¿qué sirvientes?
ESMERALDA: es verdad, que no lo sabíais. Es que mi padre necesitaba más gente para trabajar y tiene dos nuevos chicos y creo que uno es él.
NORA: ahhh vale, ahora entiendo
ESMERALDA: bueno, ¿queréis quedaros hoy en mi casa?
NORA Y DIANA: ¡vale!


Mientras tanto en casa de Arturo, estaban Eliseo, Arturo y sus otros amigos.
ARTURO: ¿qué queréis hacer hoy?
ELISEO: podríamos hacer algo diferente ya mañana tú y yo empezamos un nuevo trabajo.
ARTURO: vale, pero…¿ qué hacemos?
ELISEO: podríamos ir a buscar a las chicas que conocimos hoy
MATEO: ¿qué chicas?
JORDAN: eso, ¿qué chicas son esas?
ELISEO: pues unas que vinieron hoy al mercado, pero deben de ser nuevas o de otro barrio, porque no las había visto antes, y además, llevaban una ropa muy elegante
ARTURO: pero, no sabemos donde viven
ELISEO: pero no importa, las buscamos
ARTURO: no, mejor vamos a otro sitio ¿queréis quedaros en mi casa hoy y celebramos lo del trabajo?
EMMA: ¡a mí me parece muy buena idea!
Al final hicieron lo que dijo Arturo y todos se quedaron  en su casa con sus padres y estuvieron hablando y riendo durante mucho tiempo, cenaron todos juntos.
Al día siguiente a las 8 de la mañana se estaban preparando para trabajar y llegó el padre de Esmeralda, Godofredo.
GODOFREDO: ¡buenos días! ¿estáis listos?
ARTURO: ¡sí, sí!  Deme un minuto ¿de acuerdo?
GODOFREDO: bien, esperaré
Arturo se fue porque tenía que despertar a Eliseo que se había quedado dormido.
ARTURO: vamos, Eliseo, compañero ¡despierta! que nos están esperando
ELISEO: ¿qué? Ya voy , ya voy… ¡pero si es muy temprano…!
ARTURO: vamos, ¡levántate ya!
ELISEO: está bien, ¡ya voy!
Después de un rato…
ARTURO: bien, ya estamos
GODOFREDO: estupendo, pues vámonos
ARTURO: ¿Puede esperar un momento?
Arturo quería despedirse de sus padres antes de irse
ARTURO: Bueno, pues ya nos vamos, vendré a veros. Hasta pronto
JIMENO: Trabaja bien y envía algo de dinero.
ARTURO: Sí, por supuesto
También se despide de su madre, la besa y la abraza.
ARTURO: te echaré de menos…
Por fin se van a casa de Godofredo
GODOFREDO: bien, pues ya hemos llegado ahora os presentaré a mi familia y os enseñaré donde vais a trabajar
En ese momento Esmeralda dormía
GODOFREDO: Buenos días, querida, te voy a presentar a los dos nuevos trabajadores de la casa, ellos son Arturo y Eliseo se van a encargar de cuidar de los caballos
ARTURO: Buenos días, señora, yo soy Arturo
ELISEO: buenos días, yo soy Eliseo
VICTORIA: Buenos días, encantada de conocerles
Aunque parecía mostrarse amable, los miraba con cara de desprecio… En ese momento, con tanto ruido, se despertó Esmeralda. Bajó las escaleras vestida con un camisón blanco.
ESMERALDA: ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué tanto ruido?
Después que ella, se levantaron sus amigas, Nora y Diana también vestidas con camisones negro y rojo
GODOFREDO: Buenos días, hija mía, no pasa nada Nora, Diana, ¿Cómo estáis? Acaban de llegar los dos nuevos ayudantes de cuadras, Arturo y Eliseo
ESMERALDA: ¿Vosotros?
GODOFREDO: ¿Los conoces, Esmeralda?
A Esmeralda no la dejaban ir al mercado de la parte pobre de la cuidad...
ESMERALDA: sí, del merca… ¡no! quiero decir de…
GODOFREDO: ¿Cómo has dicho?
ESMERALDA: Nada, nada…
GODOFREDO: No habrás estado en el mercado, ¿verdad?
ESMERALDA: no, no
GODOFREDO: bueno,… pues vosotros dos seguidme os voy a enseñar donde dormiréis
Arturo y Eliseo se fueron con Godofredoy mientras tanto, las chicas….
ESMERALDA: No me lo puedo creer, ¡¡son ellos!!
DIANA: es cierto, son los dos chicos que vimos en el mercado esta mañana
ESMERALDA: bueno, vamos a cambiarnos y nos vamos a dar un paseo, ¿ de acuerdo?
DIANA: de acuerdo
NORA: sí
Mientras tanto, en las habitaciones de los chicos…
GODOFREDO: bien, está será una de las habitaciones y en frente está la otra, colocaros como queráis
ARTURO: Gracias, está muy bien
Los dos amigos se quedaron solos en una de las habitaciones
ARTURO: Esto está muy bien, ¿no?
ELISEO: sí, es que son ricos…
ARTURO: ¿te has dado cuenta que las chicas que estaban en la sala son las mismas que estaban en el mercado?
ELISEO: no me había fijado demasiado, claro que tú si porque no has dejado de mirar a la chica morena
ARTURO: ¿qué? ¿ que dices?
ELISEO: ¿yo?... nada
ARTURO: anda, vamos, que nos tienen que enseñar todo esto…
Mientras ellos salían a la calle, las chicas se estaban preparando para irse a dar un paseo
DIANA: vaya coincidencia, ¿no?
NORA: sí, además, ¿os habéis fijado lo guapo que es ese chico?
ESMERALDA: ¿Cuál de ellos?
NORA: pues el segundo que ha entrado, no te preocupes, Esmeralda, no te voy a quitar al otro…
ESMERALDA: Y ¿por qué me dices eso?
NORA: porque no has dejado de mirarlo en todo el rato que hemos estado allí y… no ha sido solo hoy
DIANA: eso es verdad, Esmeralda
NORA: ¿lo ves? Está muy claro, ese chico te ha gustado
ESMERALDA: ¿ a mí? No, para nada…
NORA: bueno,…
DIANA: ¿nos vamos?
ESMERALDA: si, vámonos
Las chicas salieron hacia la calle mientras iban hablando
ESMERALDA: Por cierto, Diana, ¿ Como está tu novio?
DIANA: bien, muy bien, trabajando
NORA: trabaja con tu padre, ¿ verdad?
DIANA: si, en el banco
Ya salían de la casa y mientras, en los establos…
GODOFREDO: bien, pues… Pablo os enseñará todo esto, Pablo, por favor, si eres tan amable…
PABLO: si, señor, por supuesto, acompañarme
Pablo, Arturo y Eliseo se fueron juntos
PABLO: bueno, pues aquí es donde metemos a los animales cuando están enfermos y allí es donde los dejamos cuando los vamos a guardar, allí duermen
ARTURO: De acuerdo
En ese momento salían las chicas de la casa y se iban a montar en el carruaje
PABLO: Si me seguís…
ELISEO: Si, vamos, vamos Arturo… ¡¡Oye!! Pero, ¿ qué te pasa?
ARTURO: ¿Qué?
ELISEO: ¿ qué te pasa? Estas como ido…
Entonces Eliseo miró en la dirección donde estaba mirando Arturo y lo entendió…
ELISEO: ah, es por ella…
PABLO: ¿venís o qué?
ELISEO: si, ya vamos. Vamos, hombre, sabes que es imposible,… no está a tu alcance…
ARTURO: lo que tú digas…
PABLO: bien, y por último, aquí es donde se limpian y preparan los animales cuando van a ser usados y allí al fondo es donde las hembras paren a las crías… este es vuestro trabajo.
Eliseo: Vale, gracias, Pablo
PABLO: bueno, podéis empezar con estos dos caballos, hay que limpiarlos y llevarlos a su cuadra ¿de acuerdo? Si tenéis cualquier duda, me avisáis.
ARTURO: bien, muchas gracias
ELISEO: ¡Pablo! Una pregunta, si no es indis. Estos caballos ¿de quien son?
PABLO: ah, pues…de la señorita y del señor, su padre
ARTURO: ¿de la señorita?
PABLO: si, Esmeralda
ARTURO: ¡ah! Y…. ¿cuál es el de ella?
PABLO: el de ella es el blanco, el negro es el de su padre
Pablo se fue y dejo a los muchachos con los caballos
ARTURO: yo me quedo con el blanco
Pablo pasó por delante de las chicas antes de que estas se subieran al carruaje. Pablo siempre había estado enamorado de Diana, pero ella estaba comprometida
PABLO: hasta luego, señoritas. Que lo pasen bien
ESMERALDA: hasta luego, Pablo, gracias. Diana, ¿sabes que Pablo sigue enamorado de ti?
DIANA: lo sé, pero que le hago yo….
ESMERALDA: bueno, yo solo te lo digo… a mí me da pena…
NORA: pues a mí me gusta el chico nuevo ese y… ¿sabéis qué? Creo que voy a hablar con él
ESMERALDA: ¿cómo?
NORA: si y, además, ¡tú vas a venir conmigo!
ESMERALDA: pero, ¿qué dices? ¿ahora?
NORA: si, ahora mismo
Nora cogió a Esmeralda del brazo y ambas se bajaron del carruaje Diana se quedó en el carruaje mirando
NORA: ¡disculpad, chicos! Hola, ¿qué hacéis?
ELISEO: jod…, es decir, hola
ARTURO: hola…, pero, qué…
Arturo se quedó inmovilizado
ESMERALDA: hola…
ARTURO: creía que os ibais
ESMERALDA: si, nos íbamos, pero bueno, mi amiga quería hablar con vosotros
NORA: bueno, Esme, y tú también, ¿no?
ESMERALDA: ¿yo? No, eres tú que me lías
NORA: bueno, en realidad yo quería hablar contigo, ¿cómo te llamas?
ELISEO: ¿yo? Eliseo ¿ y tú?
NORA: yo soy Nora
ELISEO: bonito nombre
NORA: gracias
Esmeralda y Arturo se quedaron mirando como Nora y Eliseo hablaban y… ellos se miraban de vez en cuando
ARTURO: bueno, vos debéis ser….Esmeralda, la hija de mi jefe, ¿verdad?
ESMERALDA: Si, soy yo. Nos vimos en el mercado…
ARTURO: eso es
Esmeralda no podía creer que estuviera hablando con él….
ESMERALDA: ¿me disculpas un segundo?
Esmeralda cogió a su amiga del brazo y se apartaron de ellos
NORA: ¿qué te pasa?
ESMERALDA: pero, ¿qué estás haciendo?
NORA: pues te ayudo, vamos, Esme, estaba claro que tú no le ibas a decir nada por ti misma, ¿no?
ESMERALDA: bueno, pero estas no son maneras, Nora
NORA: anda, ve y habla con él
ESMERALDA: está bien, hablaré con él
NORA: anda, vamos…
ESMERALDA: ehm…hola otra vez,….oye, ¿ que tal si empezamos de nuevo?
ARTURO: (sonriendo) de acuerdo
ESMERALDA: bien, pues… yo soy Esmeralda y….bueno, vivo aquí
ARTURO: (sonriendo) y yo soy Arturo y, desde hoy, trabajo y vivo aquí
Siguieron hablando un buen rato, pero, en el último momento salió el padre de ella
GODOFREDO: ¿Pablo? ¿Pablo? ¿Dónde estás? Pero,… hija ¿¡qué estás haciendo!?
ESMERALDA: ¿qué? ¡papá!...¡nada!
GODOFREDO: Ven inmediatamente. ¿sabes dónde está Pablo?
ESMERALDA: Pues, en los establos, creo…
GODOFREDO: Bien, metete en casa, luego hablaremos tu y yo…
ESMERALDA: Pero, ¿no puedo irme?
GODOFREDO: ¡No! Quédate dentro
ESMERALDA: uff…Pero, si no he hecho nada…
NORA: Lo siento, Esmeralda. Ha sido culpa mía
Esmeralda se metió en su casa dando un portazo. Nora y Diana se marcharon. Arturo y Eliseo se quedaron mirando y hablando.
ARTURO: pero, si ella no ha hecho nada…
ELISEO: Si, Arturo.Hablar con nosotros.
ARTURO: ¿qué? ¿ y solo por eso ya le dicen que se vaya?
ELISEO: Está prohibido que los señores de la casa hablen con el servicio…
ARTURO: Pues me parece una tontería.
El padre de Esmeralda fue a los establos a hablar con Pablo. Pero, por el camino se encontró con Arturo.
GODOFREDO: pues bien empiezas en este trabajo, chaval. No se te ocurra acercarte a mi hija nunca. ¿entendido?
ARTURO: Sí, señor. Pero,… si me permite, ella no tuvo la culpa…
Godofredo se metió en el establo mirando a Arturo con cara de desprecio… pero antes de irse le dijo que aquella noche dormiría en el establo con los animales.
ARTURO: ¿qué? ¿por qué?
ELISEO: Arturo, ¡ven, déjalo! ¿Qué te pasa, quieres perder el trabajo?
GODOFREDO: ¿te atreves a contestarme? No sigas por ese camino, chico, o tendrás muchos problemas conmigo y creo que no te convienen. Solo sigues trabajando aquí porque por lo poco que he visto, eres bueno.
Entonces Godofredo, se metió en casa, después de aquello sin hablar con Pablo.
GODOFREDO: ¡¡qué descarado!!
VICTORIA: ¿qué ocurre, querido?
GODOFREDO: El nuevo, que parece que desconoce las normas. Es un sinvergüenza .
VICTORIA: bueno, bueno… oye ¿ por qué tu hija se ha metido en la habitación llorando?
GODOFREDO: Tengo que hablar con ella inmediatamente.
Subió las escaleras y fue a la habitación de su hija. Ella estaba en la cama llorando.
GODOFREDO: ¿Puedo pasar?
ESMERALDA: Si, claro.
GODOFREDO: Hija, tienes que entender que no puedes hablar con los empleados como su fueran tus amigos, no lo son. Y mucho menos con ese, que es un sinvergüenza.
ESMERALDA: pero, es que no entiendo porque no puedo, si no estábamos haciendo nada, simplemente, hablábamos.
GODOFREDO: ¿solo hablabais? Pero, hija, ¿Es que no me has escuchado? No puedes hablar con ellos, ¡¡no está permitido!!  
ESMERALDA: ¿no puedo hablar con él o con ninguno de ellos?
GODOFREDO: Ya, ya he hablado con él… le he dicho que no se acerque a ti y que tampoco hable contigo y espero que tú hagas lo mismo… con él y con el resto de empleados.
ESMERALDA: pero, ¡papá! ¿por qué?... de verdad que no lo entiendo
Godofredo se fue de la habitación sin decirle nada a Esmeralda y dejándola con la palabra en la boca.
Era de noche y, como Godofredo había dicho, Arturo se quedó a dormir en el establo.
ARTURO: bueno, Eliseo, vete a dormir que ya es muy tarde.
ELISEO: no, no, yo me quedo aquí contigo
ARTURO: pero, ¿ qué dices? Anda vete, no digas bobadas.
ELISEO: …Está bien… me iré. Hasta mañana.
Eliseo se marchó a dormir y al día siguiente…
ESMERALDA: Buenos días, madre
VICTORIA: Buenos días, hija mía. ¿Cómo estás?
ESMERALDA: Bien.
VICTORIA: Me alegro. Hoy iré a comprar telas para hacer nuevos vestidos de noche. ¿ quieres venir conmigo?
ESMERALDA: no, gracias, madre creo que me iré con Diana y Nora a dar ese paseo que no dimos ayer.
VICTORIA: De acuerdo, como quieras.
GODOFREDO: buenos días
VICTORIA: Buenos días, querido. ¿cómo estás?
GODOFREDO: bien
ESMERALDA: padre, padre, ¿ qué habéis hecho con Arturo?
GODOFREDO: ¿qué? ¿Arturo?
ESMERALDA: si, ¿dónde está?
GODOFREDO: pero, ¿ no te he dicho que no te acercaras a él?
ESMERALDA: Si, bueno. Solo preguntaba.
GODOFREDO: hija, te lo digo muy en serio. ¡¡No te conviene acercarte a él!!
Esmeralda se va a su habitación enfadada. Mientras en el establo…
ARTURO: buenos días, Eliseo.
ELISEO: buenos días, ¿Qué tal has dormido aquí?
ARTURO: Bueno, no está tan mal,…cuando te acostumbras al olor a caballo.
ELISEO: muy gracioso… bueno prepárate, que nos vamos a trabajar ya.
ARTURO: vale, vale… ya voy. Vete a buscar los caballos, que ahora mismo voy.
ELISEO: de acuerdo.
Aparece Esmeralda cuando estaban limpiando los caballos.
ESMERALDA: buenos días
ELISEO: buenos días, señorita
Cuando Arturo vio que era Esmeralda se puso nervioso y se le cayó el cubo de agua ,con el que estaba limpiando al caballo, al suelo.
ARTURO: buu…buenos días. ¿Cómo has dormido?
ESMERALDA: bien, ¿y tú?
ARTURO: bien, bueno… todo lo bien que se puede, porque en el establo…
ESMERALDA: ¿has dormido en el establo?
ARTURO: Si, tu padre… ayer me lo ordenó por lo que pasó el otro día.
ESMERALDA: ¿mi padre? Tengo que hablar con él…
Entonces Arturo se acercó a Esmeralda, agarrándole la mano.
ARTURO: no, déjalo, da igual.
ESMERALDA: no, no lo dejo.
ARTURO: que sí, no importa, déjalo. 
ESMERALDA: Bueno, como quieras.
ARTURO: ¿querías algo?
ESMERALDA: eh… ¡sí! Ehmm ¿me puedes preparar mi caballo?
ELISEO: Sí,…
ARTURO: no,… es decir… yo lo haré
ESMERALDA: gracias. Hasta luego
Esmeralda se fue a caballo a casa de Diana.
ESMERALDA: Buenos días, Diana. ¿ cómo estás?
DIANA: Bien, Esmeralda. Y tú, ¿ qué tal?
ESMERALDA: bien, ¿ nos vamos a buscar a Nora?
DIANA: Si, vámonos
Las dos amigas se marcharon a buscar a Nora.
DIANA: Buenos días, Nora
ESMERALDA: hola, Nora
NORA: Esmeralda, siento lo de ayer, no pensé que tu padre fuera a enfadarse tanto contigo. Lo siento.
ESMERALDA: no te preocupes, bueno la verdad no ha sido muy agradable mi padre, pero… no pasa nada. Pero no hables con ellos, por favor.
NORA: bueno, está bien.
DIANA: bueno, ya está todo arreglado. ¿ nos vamos ya, por favor?
ESMERALDA: si, vámonos
DIANA:¿Dónde vamos? ¿ al mercadillo?
ESMERALDA: de acuerdo
Mientras tanto, en casa de Esmeralda…
GODOFREDO: Buenos días, chico
ELISEO: Buenos días
GODOFREDO: Ven aquí, por favor
ELISEO: ¿sí?
GODOFREDO: tráeme mi caballo y dile a tu amigo que Pablo le está esperando en el otro extremo de la casa para que le ayude con una yegua que está pariendo.
ELISEO: Bien. En seguida.
Eliseo se machó a hacer lo que le había pedido Godofredo. Primero fue a avisar a Arturo para que fuera en seguida a ayudar a Pablo con la yegua. Y después a entregarle su caballo a Godofredo.
ELISEO: ¡Arturo! El jefe dice que Pablo te espera para que le ayudes con una yegua que está a punto de parir.
ARTURO: ¡joder! Vale, ahora mismo voy. ¿Dónde está?
ELISEO: al otro lado de la casa, por detrás.
Entonces Eliseo se marchó a por el caballo de Godofredo para entregárselo.
ELISEO: Aquí tiene su caballo.
GODOFREDO: bien. Cuando termines lo que estabas haciendo te vas a ayudarles y cuando nazca lo limpiáis y lo lleváis al establo con la madre, pero aislados, ¿ de acuerdo?
ELISEO: Sí, señor.
Mientras tanto, al otro lado de la casa…
ARTURO: hola, me han dicho que me necesitabas para ayudarte con una yegua.
PABLO: Sí, acompáñame. Ven sujétala por aquí.
ARTURO: bien
PABLO: ¿has hecho esto antes?
ARTURO: No
PABLO: bueno, pues así aprendes por si tienes que hacerlo tú solo. Sujétala bien que no se mueva o se hará daño.
ARTURO: vale, ¿así?
PABLO: Sí, ¡vamos allá!
Entonces los dos jóvenes ayudaron a la yegua a dar a luz al potro.
PABLO: oye,… una pregunta. ¿qué demonios hiciste el otro día que cabreó tanto al jefe?
ARTURO: Nada… hablar con su hija.
PABLO: ohmm, y ¿ te parece poco? Sujétala… Es que… eso, no, puedes…
ARTURO; Si, lo sé. No puedo hacer, ya lo sé. Pero, no entiendo qué daño hace que hable con ella, nada más.
PABLO: No es que hagas daño, simplemente está prohibido que hables con ellos, si ellos no se dirigen a ti primero. ¡Vamos que ya sale! Cógelo por las patas y tira despacio hacia afuera.

ELISEO: ¿os ayudo?
PABLO: pues sí, sujeta por aquí
ELISEO: vale
PABLO: venga, un poco más… ¡ya está!....
Los tres jóvenes cayeron de espaldas al suelo al hacer fuerza para que saliera el potro.
PABLO: pues, para ser la primera vez… no se te da mal
ARTURO: gracias
PABLO: bueno, ayudarme a lavarlo y a llevarlo a la cuadra. Tú, Arturo, lleva a la yegua al establo, pero sepárala de los demás caballos.
ARTURO: está bien.
PABLO: y… recuerda lo que te he dicho… Eliseo tú y yo lavaremos al potro y después lo llevaremos con su madre.
Entonces Arturo llevó a la yegua al establo. En ese momento llegaba Esmeralda del mercadillo. Como no había nadie por allí, ella misma metió su caballo en el establo. Entonces llegó Arturo.
ARTURO: hola
ESMERALDA: hola
ARTURO: ¿ qué haces aquí?
ESMERALDA; vengo del mercadillo y ,como no había nadie fuera pues he entrado para dejar mi caballo. ¿ y tú?
ARTURO: pues llevo a esta yegua al establo por que acaba de parir y tenemos que mantenerla alejada de los demás un tiempo, me lo dijo tu padre.
ESMERALDA: ¿sí? Y… ¿puedo ver al potro?
ARTURO: Ehmm…si, claro, vamos a verlo
ESMERALDA: ¿ahora?
ARTURO: Si,…¿ es que ahora no puedes?
ESMERALDA: Si, vamos
Esmeralda iba subida al caballo y se fue a bajar para meterlo dentro, pero casi se cae al bajar y Arturo la cogió antes.
ESMERALDA: ¡oh! Lo siento
ARTURO; Cuidado, que casi te caes… ¿ estás bien?
ESMERALDA; si, gracias
Los dos que quedaron mirándose fijamente a los ojos…
ESMERALDA: ¿ nos vamos?
ARTURO: eh… ¡si!
Entonces ambos salieron del establo y se dirigieron a donde estaba el recién nacido potro.
ESMERALDA; hola, vengo a ver al potro.
PABLO: ¡se…ñorita! Eh,,, si, si está aquí mismo.
ESMERALDA: Es precioso, me encanta. ¿qué vais a hacer con él?
PABLO: tenemos que llevarlo con la madre al establo y mantenerlo separado del resto, creo que tu padre quiere venderlo
ESMERALDA; vaya…
En ese momento llegaba el padre de Esmeralda…
ESMERALDA; he de irme, viene mi padre. Hasta luego
PABLO; Yo iré a por su caballo. Vosotros quedaos aquí terminando de limpiar al potro.
ARTURO; de acuerdo
ESMERALDA; hola padre
GODOFREDO; hola, hija ¿ qué haces aquí?
ESMERALDA; he vuelto de dar un paseo con las chicas
PABLO; señor, ¿me permite su caballo?
GODOFREDO: Si, Pablo, llévatelo. Bueno y ¿ que habéis hecho?
ESMERALDA; Bueno pues hemos paseado y, me he comprado unas pulseras
GODOFREDO; bueno, muy bien. Te dejo he de hacer algunas cosas.
ESMERALDA; bien, Hasta luego
GODOFREDO; Pablo, ¿ ya ha parido la yegua?
PABLO; Si, está en su cuadra y los dos jóvenes están limpiando al potro, ahora lo traerán.
GODOFREDO; bien, necesito que vayas a la casa del Conde de rocagrande y le digas que ya lo tiene todo listo, que puede venir a buscarlos cuando quiera.
PABLO; de acuerdo, en seguido iré
GODOFREDO; vete en mi caballo que ya está preparado
PABLO: De acuerdo, hasta luego
ARTURO: venga, vamos a llevarlo al establo.
GODOFREDO; esperar, dejadlo aquí y tú, Arturo, ve a por la yegua
ARTURO; De acuerdo
Arturo fue al establo a por la yegua y al rato llegó Pablo con el conde.
PABLO: venga por aquí, Conde, si me sigue le llevaré a donde están los caballos
GODOFREDO; hola, Ricardo
CONDE DE ROCAGRANDE:  buenas tardes, Godofredo, ¿Está listo?
GODOFREDO: Si, ven por aquí, aquí están los dos
CONDE;¿ me llevo los dos?
GODOFREDO; bueno, yo… pensaba que te los llevarías…
CONDE; bueno, está bien. Ahora hablemos de dinero.
GODOFREDO; bueno, déjalo, ya hablaremos de eso en otro momento. ¿ cómo va aquello que hablamos?
CONDE; ah! Si, se lo he comentado a mi hijo y está de acuerdo.
GODOFREDO: Estupendo, pues yo hoy mismo se lo comunicaré a mi hija.
CONDE: bueno, pues ya nos veremos…
GODOFREDO; bien, hasta pronto
Entonces el conde se marchó con los caballos de Godofredo. Mientras tanto en la casa…
ARTURO; Disculpe, señora…
VICTORIA: ¿Si?
ARTURO; ¿ está el señor?
VICTORIA; pues sí, espera
Entonces cuando Victoria fue a buscar a su marido apareció Esmeralda.
ESMERALDA; ¡hola!
ARTURO; hola
ESMERALDA; ¿ que haces aquí?
ARTURO; estoy buscando a tu padre.
GODOFREDO; dime, ¿qué querías?
ARTURO; ehmmm, bueno ¿quiere que haga algo más o… ya puedo irme?
GODOFREDO; es cierto que mañana es tu día libre. Pues bien, ya puedes marcharte, vuelve mañana por la noche.
ARTURO; De acuerdo, pues… hasta mañana por la noche.
Los padres de Esmeralda se retiraron de la habitación y quedaron solo Esmeralda y Arturo
ESMERALDA; ¿ te vas?
ARTURO: pues si, mañana es mi día libre y me gustaría ir a ver a mis padres y a mis amigos.
ESMERALDA; Por supuesto, pues… hasta mañana.
ARTURO; Hasta mañana
Arturo salió de la casa y se despidió también de Eliseo.
ARTURO; me voy que mañana es mi día libre y me han dicho que puedo irme ya… ¿ les digo algo a tus padres?
ELISEO: Bueno, pues si puedes darles a mis padres este dinero…. Y saluda a todos.
ARTURO; de acuerdo. Hasta mañana.
ELISEO: hasta mañana.
Al día siguiente, en casa de Arturo
ARTURO, Bueno, madre, me voy a ver a mis amigos y también a casa de Eliseo para darles este dinero a sus padres. Después nos vemos.
JULIETA; De acuerdo, hijo. Hasta luego
ARTURO; vendré para comer
Arturo se marchó a casa de Eliseo.
ARTURO: hola… ¿cómo están? ¿saben quién soy, verdad?
VICENTE: ¡Sí! Eres el amigo de Eliseo, ¿no?
ARTURO: exactamente
TRINIDAD: ah, vale. Muchas gracias. Por cierto, ¿ cómo está él?
ARTURO: muy bien, trabaja mucho. Vendrá la próxima semana a verles
VICENTE: Bien, ah y gracias por conseguirle este trabajo
ARTURO:!ah! no fue nada.Bueno, ahora tengo que irme.
TRINIDAD: por cierto, ¿cómo están tus padres? Tengo que ir a verles algún día.
ARTURO: pues están bien, gracias. Ya les diré que ha preguntado por ellos. Hasta luego
Arturo se fue al mercadillo a ver a sus amigos.
ARTURO: ¡¡hola!! ¿cómo estáis, chicos?
EMMA: ¡Ey! Hola, ¡¡bien!! ¿y tú cómo estás? ¿Cuándo has venido?
ARTURO: bien, bien. Pues he venido ayer.
MATEO: ¡hola! ¿has venido tú solo? ¿y Eliseo?
ARTURO: Si, es que hoy es mi día libre, él vendrá la semana que viene.
JORDAN: bueno, y ¿Qué tal el trabajo?
ARTURO: bien. ¿Sabes que estoy trabajando en la casa de la chica que vimos aquí en el mercado?
JORDAN: ¿si?...esa que… te gustaba, ¿no?
ARTURO: Si,… esa
MATEO: y ¿qué tal con ella?
ARTURO: bueno,….bien, pero su padre me tiene muy controlado, no me deja hablar con ella.
EMMA: pues no entiendo ¿por qué?, así no vais a poder estar juntos nunca.
ARTURO: porque dice que los sirvientes no pueden hablar con los “señores de la casa”
EMMA: pues que bobada…
ARTURO: ya, pero…. Si quiero el trabajo allí, tengo que hacerle caso. Bueno, venga vamos a hacer algo.
JORDAN: vale, venga. ¿ donde vamos?
EMMA: ¿podríamos ir al rio?
ARTURO: vale, que hace mucho tiempo que no vamos.
MATEO: ir yendo vosotros, yo tengo que ir un momento a casa a dejar esto y ahora mismo voy ¿vale?
JORDAN: venga, pero no tardes
Todos los amigos se fueron al rio, menos Mateo que fue a su casa y después se unió a ellos. Después de estar horas allí, Arturo se marchó a casa a comer.
ARTURO: oye me voy  a casa a comer, que me están esperando mis padres. ¿Vale? Luego nos vemos.
MATEO: vale, hasta luego
EMMA: ¡oye! ¿cuándo vuelves a trabajar?
ARTURO: esta noche
EMMA: bueno, pues… luego nos vemos
Arturo se fue a comer a casa de sus padres y después volvió con sus amigos hasta la noche que volvió a casa de Esmeralda
ARTURO: bueno, chicos pues yo ya me voy
EMMA: De acuerdo, oye, igual mañana voy con tu madre al mercadillo para ayudarla con lo de las pulseras
ARTURO: ah, muy bien. Gracias, Emma
EMMA; bueno, no tengo nada mejor que hacer.
ARTURO: bueno, hasta luego, chicos. Ya nos veremos.
JORDAN: vale, chaval. ¡Que te vaya bien!
MATEO: Y pórtate bien, ¿eh? Que te conocemos ya…
ARTURO: que sí, tranquilo…
Arturo se despidió de sus amigos y de sus padres y, cuando volvió, a casa de Esmeralda, ellos se iban porque tenían una cena con el Conde de Rocagrande y su familia, además de otros ricos.
ARTURO: ¿qué pasa, Eliseo?
ELISEO: nada, que los señores tienen una cena con los ricos.
ARTURO: ¿Sí? ¿dónde, aquí?
ELISEO: pues, no es en casa de un Conde, creo
Estaban todos preparados, pero en el último momento decidieron hacer la cena en  casa de Esmeralda.


GODOFREDO: Yo creo que podríamos hacer la cena aquí, en nuestra casa.
CONDE DE ROCAGRANDE: bueno, a mi me da lo mismo, me parece bien.
GODOFREDO: bueno, entonces, nos quedamos aquí
CONDE: De acuerdo, por cierto, ¿has hablado con tu hija de lo que acordamos?
GODOFREDO: bueno, pues no he tenido ocasión, pero esta misma noche puede ser un buen momento para anunciarlo. ¿no te parece?
CONDE: pues, si. Estoy de acuerdo
GODOFREDO: ¡¡ah!! Bien, ya estáis aquí, muchachos.
ARTURO: Si, yo acabo de llegar.
GODOFREDO: Bien, perfecto. Vais a ir cogiendo los caballos de todos los que lleguen y los ponéis en la parte trasera. ¿de acuerdo?
ARTURO: de acuerdo
ELISEO: Si, ahora mismo
GODOFREDO; bien. ¡¡Pablo!! ¡¡Pablo!!
PABLO: Sí, señor. Dígame
GODOFREDO: tú, ayudarás a que las mujeres bajen de los carruajes. ¿de acuerdo?
Pablo se dirigió al primer carro que fue llegando. Era Esmeralda que venía de casa de su amiga Nora. Llevaba un vestido azul precioso. Y Arturo, al verla,  se quedó mirándola como bobo…
PABLO: ¿la ayudo, señorita?
ESMERALDA: Sí, gracias, Pablo. Estos vestidos… son muy bonitos, pero no se anda nada bien. Gracias
Esmeralda bajó del carruaje y, en ese mismo momento, apareció a caballo el hijo del Conde de Rocagrande. Arturo tuvo que coger su caballo y llevarlo detrás. El joven hijo del Conde, Alfredo, acompañó a Esmeralda  dentro de la casa.
ALFREDO: buenas noches, Esmeralda. ¿Entramos?
Esmeralda miró a Arturo que se iba a llevar a los caballos atrás. Y, después, dijo
ESMERALDA: Sí, vamos
ALFREDO: Vamos. Estás muy guapa…
ESMERALDA: gracias.
Mientras tanto, Arturo sonreía a todo el mundo que llegaba, pero por dentro, se moría de celos por Esmeralda.
ARTURO: buenas noches, pásenlo bien
Por fin, llegaron todos y Arturo, Eliseo y Pablo se quedaron en los establos a cenar por orden de Godofredo.
ELISEO: Pues qué coñazo, aquí hasta que los señores terminen de divertirse y, encima, ni dormir podemos.
PABLO: bueno, ya te acostumbrarás.
ELISEO: Sí, claro. Oye, Arturo, cuéntame ¿qué tal con estos?
ARTURO: ¿Qué? ¡Ah! Ha vale, bueno llevé el dinero a tus padres, que están muy bien, me preguntaron por ti. Y, después, me fui con Emma y estos. Fuimos al rio y estuvimos hablando del trabajo y, bueno, …de lo mío.
ELISEO: ¡Ah! ya… bueno, entonces muy bien, ¿no? Qué ganas de verlos a todos.
Se referían a Esmeralda, pero… como Pablo no sabía nada, no podían decirlo en alto. Después de hablar de ello, Arturo estaba pensativo, como ido
ARTURO: ¿qué? ¡ah¡ sí, sí
Eliseo le miraba como diciéndole que dejara de pensar ya en Esmeralda, porque estaba ido, no estaba bien.
Mientras tanto, dentro de la casa.
GODOFREDO: Disculpen, un momento de atención, por favor, gracias. Sí, me gustaría anunciar algo,…quiero anunciaros el futuro compromiso matrimonial de mi hija, Esmeralda con el conde Don Alfredo de Rocagrande.
Todos los amigos gritaban dándoles la enhorabuena a la pareja ya las familias. Pero, Esmeralda se quedó boquiabierta cuando lo escuchó. No entendía nada. Entonces comenzó a llorar y salió de la casa, al porche.



Nadie se dio cuenta de que ella faltaba. Entonces, Arturo y Eliseo estaban hablando y Pablo se había ido, entonces, Arturo se dio cuenta de que Esmeralda estaba allí. La joven seguía llorando.
ARTURO: ¡shh! Espera…
ELISEO: ¿qué? ¿Qué pasa?
ARTURO: calla, calla ¿no lo oyes?
Entonces el joven salió del establo y vio a Esmeralda llorando
ARTURO: ¿Esmeralda? pero, ¿qué hacer aquí? ¿estás bien?
La chica se giró y le vio.
ESMERALDA: hola,… no, no te preocupes, no pasa nada, estoy bien.
ARTURO: no, no estás bien, si no, no estarías llorando. ¿ qué ocurre?
ESMERALDA: Bueno, es que… mi, mi padre acaba de anunciar mi boda con el hijo del Conde de Rocagrande, Alfredo.
Arturo se quedó callado e impresionado.
ARTURO: ¿Qué?
ESMERALDA: Supongo que será por la fortuna que tiene el Conde, porque le conviene a mi familia,…pero yo no le quiero, es injusto, nadie me ha preguntado nada…
ARTURO: pero no pueden hacer eso, tú tendrás algo que decir.
ESMERALDA: a mi padre le da igual lo que yo quiera o pienso, solo se preocupa del buen nombre y lo que pueda conseguir con este matrimonio.
ELISEO: pero, Arturo, ¿Qué ocurre? ¿Esmeralda? ¿ que te pasa?
ARTURO: No preguntes. Ven, Esmeralda, vamos siéntate aquí y cálmate. Y tu madre, ¿Qué dice?
ESMERALDA: Ella tiene el mismo derecho que yo de opinar en esto.
ARTURO: Joder, bueno… ya se nos ocurrirá algo. 
ESMERALDA: ¿Vas a ayudarme?
ARTURO: pues sí, si tú quieres…
ELISEO: y yo también…

ESMERALDA: Muchas gracias, chicos, pero os podéis meter en un lio por esto y yo no quiero…
ARTURO: a mí me da igual. Yo quiero ayudarte
ESMERALDA: gracias… ¡qué frio tengo!
ARTURO: ten, ponte mi chaqueta…
En ese momento, la madre de Esmeralda salió a buscarla a la calle.
VICTORIA: ¿hija? ¿Esmeralda? ¿Dónde estás?
Ella se había quedado dormida en el establo Entonces Arturo, la despertó suavemente
ARTURO: ¡eh! Esmeralda, despierta… te está buscando tu madre…
Esmeralda poco a poco se fue despertando
ESMERALDA: ¿Qué ocurre?
ARTURO: te están buscando, tu madre…
ESMERALDA: ¿Qué? Me,… me voy
ARTURO: Si, mejor. Oye, ¡¡espera!! la chaqueta, que si te ven con ella…
ESMERALDA: es verdad, toma. Gracias. Hasta mañana
La chica se fue dentro de su casa con su madre y Arturo y Eliseo se quedaron en el establo. Arturo se quedó como en una nube, pensativo….
ARTURO: increíble, ¿no? ¡qué guapa es!
ELISEO: Si, anda… relájate. Pero es verdad, si que es guapa.
ARTURO: Bueno, pero… ¿tú me vas a ayudar con ella o no?
ELISEO: que si, pesado… anda calla ya…
Mientras tanto, dentro de la casa, Esmeralda hablando con su madre.
VICTORIA: hija… ¿Por qué te has ido así a la calle?
ESMERALDA: ¿Por qué? Pues porque mi padre me quiere casar con un hombre al que apenas conozco y que, por supuesto no amo y ni si quiera lo ha hablado conmigo primero.
VICTORIA: pero, hija, tu padre lo hacer por ti…
ESMERALDA: ¿por mí? No, madre, lo hacer por el mismo, por tener fortuna. Si lo hiciera por mí, me dejaría elegir al hombre que yo quisiera. ¡ay! Madre, yo no quiero a ese hombre…
VICTORIA: pues, no puedes hacer nada, ¡tienes que aguantarte, hija!
ESMERALDA: ¡pues no! no quiero aguantarme
La joven se fue a su habitación a llorar.
GODOFREDO: ¿Dónde está mi hija?
VICTORIA: está en su habitación, llorando porque no quiere casarse.
GODOFREDO: ¿¡que no quiere casarse!? Pues me da lo mismo, ¡se va a casar quiera o no!
Todos los invitados se fueron menos Alfredo y su padre.
RICARDO: bueno, entonces ¿Qué pasa? ¿ se casan o no?
GODOFREDO: Si, si tranquilo Ricardo, habrá boda.
Al día siguiente,…
GODOFREDO: buenos días, Esmeralda,… despierta hija…
ESMERALDA: ¿eh? Ah… hola, padre. Buenos días
GODOFREDO: ¿tienes hambre?
ESMERALDA: no, gracias
GODOFREDO: bueno, baja que tus amigas están abajo esperándote
ESMERALDA: vale, ahora voy…
Se vistió y bajo al salón.
DIANA: buenos días, chica, ¿Qué tal?
ESMERALDA: hola, chicas ¿Cómo estáis?
NORA: hola, muy bien ¿y tu?
ESMERALDA: bien ¿Qué queréis hacer hoy?
DIANA: ¿vamos a buscar a mi novio?
ESMERALDA: vale
Las tres amigas salieron de la casa, allí estaba Arturo limpiando el caballo de Esmeralda.
ESMERALDA: buenos días, Arturo
ARTURO: buenos días
ESMERALDA: ¿está preparado mi caballo?
ARTURO: si, aquí está.
ESMERALDA: bien, gracias. Luego te veo…
ARTURO: vale, hasta luego…
NORA: ¿Cómo? ¿Qué es eso de “luego te veo”?
ESMERALDA: ¿Qué? No es nada solo me despido
NORA: Ya,… solo te despides, ¿no?
ESMERALDA: eso es
NORA: a ti te gusta este chico y nosotras tenemos que ayudarte a conseguirlo, ¿a que si, Diana?
DIANA: Si, está un poco loca, pero… tiene razón, Esmeralda. a ti te gusta Arturo.
ESMERALDA: no, a mi no me… bueno vale, si me gusta un poco.
NORA: te ha gustado desde el principio. Siempre has estado enamorada de él. ¿Verdad?
ESMERALDA: Si,…
DIANA: vale, entonces no tenemos que perder mas tiempo, vamos rápido a buscar a mi novio y luego, empezamos con el tuyo,…
ESMERALDA: pero, ¿qué queréis hacer?
NORA: lo que sea que haga que estéis juntos.
DIANA: venga, vámonos
Se fueron a casa de Adrián, el novio de Diana y luego prepararon un plan para juntarlos sin que nadie se enterara.
ESMERALDA: bueno, Adrián ya nos veremos otro día ¿vale?
ADRIAN: Si, claro, Esmeralda. cuídate, ¿vale?. Hasta otro día, Nora.
NORA: hasta luego
DIANA: ¿mañana iras a buscarme?
ADRIAN: si y comemos juntos o lo que quieras, ¿vale?
 DIANA: vale. Te quiero. Adiós
ADRIAN: si y yo. hasta mañana
Se fueron y por el camino a casa de Esmeralda fueron pensando como hacer que ella y Arturo estuvieran juntos.
NORA: entonces, esta noche vas a verle ¿ de acuerdo?
ESMERALDA: y ¿Qué le digo? Es decir ¿Cómo me presento allí? Así ¿sin más?
NORA: no, eso déjamelo a mi que ya me inventaré yo algo…
DIANA: y tienes que conseguir que te deje quedarte con el toda la noche.
ESMERALDA: si y al dia siguiente, ¿Qué? ¿Y si nos pillan, que hacemos?
NORA: No te pillan porque antes de que amanezca, te vas.
ESMERALDA: estáis locas, chicas. No saldrá bien. Y, además, el ¿Qué va a pensar?
NORA; no pensará nada y si quiere pensar pues que piense., Si está loco por ti igual que tú por el.
ESMERALDA: no sé, chicas. Esto no me gusta
NORA: eso, dímelo mañana, cuando hayáis estado juntos
Por fin llegaron a la casa de Esmeralda y allí estaba su padre.
GODOFREDO: hola, señoritas ¿Qué tal?
ESMERALDA: bien
NORA: hola
DIANA: buenos días
Se metieron dentro de la casa, pero Nora salió a buscar a Arturo para contarle el plan.
NORA: bueno, quedaros aquí que yo me voy a hablar con Arturo
ESMERALDA: ¿ahora?
NORA: Si, ahora. Tu tranquila, que saldrá bien. Ya verás
Entonces la chica se fue a buscar a Arturo. Pero como no lo encontraba le preguntó a Eliseo donde estaba
 NORA: hola, Eliseo ¿sabes dónde está Arturo?
ELISEO: pues… allí, ¿Por qué?
NORA: no, por nada, gracias.
ELISEO: de nada. Hasta luego
NORA: hola, Arturo
ARTURO: hola, ¿querías algo?
NORA: Si, ¿podemos hablar?
ARTURO: Si, claro. Dime
NORA: A ver, he hablado con Esmeralda y hemos quedado que os veríais esta noche…
Nora le contó todo a Arturo, el primero se quedó asombrado, pero después le pareció muy bien la idea.
ARTURO: pero, entonces ¿ella quiere estar conmigo?
NORA; Si,… aunque no lo admita… Bueno entonces esta noche os veis. No digas nada, ¿eh?
ARTURO: No claro, ¿!que voy a decir!?
Entonces, Nora se marchó con sus amigas a dentro de la casa.
NORA: bueno, pues… ya está
DIANA: ¿ya?
ESMERALDA: y ¿el que ha dicho? ¿se lo has dicho así, directamente?
NORA: claro, ¿Cómo quieres que se lo diga? Él está de acuerdo, también quiere verte, hablar contigo… Aunque se ha quedado bastante sorprendido…
DIANA: bueno, pues ya está vais, habláis y… luego nos lo cuentas.
ESMERALDA: Bueno, si él está de acuerdo…
NORA: Yo mañana vengo pronto y me lo cuentas todo ¿vale?
ESMERALDA: si, vienes pronto y me salvas por si mi padre…
DIANA: bueno y ¿Qué hacemos ahora?
NORA: ¡podríamos ir al rio!
DIANA: vale
ESMERALDA: vale, venga vamos al rio
NORA: quieres alegrar la cara, ¿por favor? Que parece que te hemos dado un disgusto y lo que hemos hecho es hacer que puedas estar con el hombre que quieres…
ESMERALDA: vale, vale… ya está, ya estoy bien. ¿nos vamos?
Las tres amigas se prepararon para salir e irse al rio
ESMERALDA; voy saliendo, ¿vale? Vosotras coger lo que queráis del armario
NORA: vale
DIANA: vale
GODOFREDO: hija, ¿donde vais?
ESMERALDA; al rio
GODOFREDO: al rio, ¿solas? No, no vais con alguien, solas no. Le diré a uno de los mozos que vaya con vosotras.
El padre de Esmeralda fue a buscar a alguno de los chicos, pero solo Arturo estaba libre. Así que se lo dijo a él.
GODOFREDO: vais a ir con Arturo, ¿de acuerdo?
ESMERALDA: ¿con él? ¿estás seguro?
GODOFREDO; si, voy a decírselo. Oye, chico, mira ¿serias tan amable de acompañar a mi hija y sus amigas al rio? Es que no quiero que vayan solas…
ARTURO: si, claro. Pero aun tengo algunas cosas que hacer por aquí.
GODOFREDO; no te preocupes, se lo diré a Pablo que lo haga por ti. Es que sé que tu conoces más esa zona por eso prefiero que seas tú el que vaya con ellas.
ARTURO: Está bien, ningún problema.
Esmeralda salió corriendo a dentro de su casa a contarles la noticia a las chicas
ESMERALDA: chicas, chicas, ¡¡que Arturo viene con nosotras al rio!!
NORA: ¿Cómo?
DIANA; ¿y eso?
ESMERALDA: mi padre ha dicho que venga con nosotras para que no vayamos solas y como él es el que mejor conoce esa zona, pues… viene con nosotras.
En ese momento, Arturo entró en la casa
ARTURO: ¿estáis listas ya?
ESMERALDA: ¿ lo veis?
NORA: increíble. Nos viene genial que venga él con nosotras.
DIANA; bueno, pues vámonos
NORA: Si, ya estamos listas.
ARTURO; bien, pues vámonos
Cuando llegaron al rio, estaban allí todos los amigos de Arturo bañándose
ARTURO: ya hemos llegado
Arturo ayudó a bajar del carro a Esmeralda. Se miraban fijamente los dos.
ESMERALDA; Gracias, Arturo
ARTURO: De nada
Entonces, el joven se giró y vio que estaban allí todos sus amigos.
EMMA: eh! Chicos ¿no es aquel Arturo?
MATEO: si, es el pero, ¿Qué está haciendo aquí?
EMMA: pues no lo sé
ARTURO: señoritas, sería posible que me ausentara un momento, es que allí están mis amigos y me gustaría ir a saludarlos un momento.
ESMERALDA; si, claro ve con ellos.
ARTURO: ehh…¿ queréis venir conmigo y os los presento?
NORA; Si, vamos chicas
ESMERALDA; Pero, ¿Cómo vamos a ir con él?
NORA; Es lo mejor, si quieres algo con él
DIANA: eso, ¿sino como quieres nada con él?
ESMERALDA; está bien, vaaamos
NORA: espera, Arturo, vamos contigo
ARTURO; vale, venga vamos.
EMMA: hola, chico
JORDAN: hola, ¿Qué haces aquí?
ARTURO: Hola a todos pues he venido con ellas
MATEO: Es la que…
ARTURO: Si, ella es…
EMMA: pero, ¿Cuál de ellas?
ARTURO: La morena, venga, acercaros chicas que os los presento.
NORA: Vale
ARTURO: mirar está es Esmeralda, ella es Nora y ella Diana. Ellos son Emma, Mateo y Jordan falta otro, pero ya le conocéis es Eliseo.
EMMA: hola, chicas
ESMERALDA: hola ¿Qué tal?
DIANA Y NORA: hola
EMMA: tu eres Esmeralda, ¿ verdad?
ESMERALDA; Si, soy yo
EMMA: Arturo nos ha hablado mucho de ti…
ESMERALDA; a ¿si?
EMMA: Sí, bueno yo soy como su hermana pequeña ¿sabes?
ESMERALDA: ahmm, vamos que te lo cuenta todo, ¿no?
EMMA: si, más o menos… jeje ¿ queréis bañaros?
NORA: si, claro ¡vamos!
DIANA; yo también voy
EMMA: Chicos vamos a bañarnos ¿vale?
ARTURO: vale
MATEO: bueno elección, es guapísima
ARTURO; ya lo sé… jaja
JORDAN; y las otras dos ¿tienen novio?
ARTURO: pues.. no lo sé muy bien pero creo que una si ¿ por qué?
JORDAN: por nada, que también están muy bien
ARTURO: jaja, ¿alguna en concreto?
JORDAN: pues no, ambas están muy bien
ARTURO: Anda éste. Míralo y parecía tonto el chico Pues creo que Diana, la rubia tiene novio y la otra, Nora creo que no está con nadie, pero creo que le gusta Eliseo, así que no tienes nada que hacer…
JORDAN: pues vaya mierda y ¿no tiene más amigas?
ARTURO: yo no he visto ninguna más en la casa… pero de verdad que tú tienes un problema ¿eh?
Después de unas dos horas en el rio se fueron a casa.
NORA: bueno chicas, ¿nos vamos?
DIANA; si, claro
ESMERALDA: vale, adiós chicos. Encantada de conoceros
EMMA: ya nos veremos, Esmeralda
ESMERALDA; Si, claro. Ven a mi casa cuando quieras. ¿vale?
EMMA: ¡Gracias! Adiós
ARTURO: bueno, hasta luego, chicos. Ya nos veremos. Venga, chicas ¿nos vamos?
DIANA: si, vamos
Entonces, las chicas y Arturo se marcharon a casa de Esmeralda. Arturo se quedó impresionado por lo que había dicho Esmeralda de invitar a Emma a su casa.
ARTURO: Esmeralda, ¿va en serio eso de invitar a Emma a tu casa?
ESMERALDA; si, claro. Me ha caído muy bien
ARTURO: genial
Por fin, se hizo de noche y Nora y Diana se marcharon a casa.
DIANA; bueno, hasta mañana, Esmeralda…
NORA: Pásatelo bien luego…
ESMERALDA: Adiós, chicas…
 Esmeralda entró en casa con sus padres y luego dijo que se iba a dormir, pero…
ESMERALDA: estaba todo buenísimo. Me voy a dormir. Estoy cansada. Buenas noches, os quiero.
VICTORIA: buenas noches, hija
GODOFREDO: buenas noches, que descanses…
Después de un rato, Esmeralda salió a la calle sin que se dieran cuenta sus padres…
ESMERALDA: ¿Arturo? ¿Dónde estás?
ARTURO: aquí, Esmeralda, ven
ESMERALDA: hola
ARTURO: hola… tus amigas me dijeron ayer que…
ESMERALDA; si, lo sé
ARTURO: bien…
ESMERALDA; oye, Arturo, yo no quiero que pienses que soy bueno, que yo… quiero ya sabes
ARTURO: lo sé tranquila…
ESMERALDA; solo quiero hablar, conocernos y eso ¿vale?
ARTURO; si, yo también
ESMERALDA; vale, genial. Bueno y… cuéntame
ARTURO; bueno, no hay mucho que contar. Vivo en la parte pobre de la ciudad. Mi madre se llama Julieta y mi padre Jimeno y ya conoces a mis amigos.
ESMERALDA: si, son geniales. Muy majos sobre todo… Emma. Me dijo que era como tu hermana pequeña y que le habías hablado mucho de mí…
ARTURO: ¿a si?
ESMERALDA: si, algún día de estos la iré a buscar y nos vamos por ahí.
ARTURO: genial. Bueno y ¿Qué más me cuentas de ti?
ESMERALDA: pues no sé… uf, hace frío ¿eh?
ARTURO: si, espera ahora vuelvo.
ESMERALDA; de acuerdo
ARTURO; ya está toma, póntela
ESMERALDA; gracias,…
Siguieron hablando durante un buen rato y después…
ESMERALDA; ¡que sueño! Debe ser tardísimo…
ARTURO; quédate, si quieres. Lo digo porque puedes despertarlos y no sería bueno que se enteraran de esto…
ESMERALDA; si, es verdad. Buenas noches.
ARTURO: buenas noches, Esmeralda…
A la mañana siguiente…
NORA: hola ¿Arturo? ¿Dónde está Esmeralda?
ARTURO: Está durmiendo en,… ¡joder! ¡Se me había olvidado que estaba conmigo!
NORA; ¿Qué? ¿la has dejado durmiendo en el establo?
ARTURO: si
NORA; pues ¡ya puedes ir a despertarla antes de que salga su padre!
ARTURO; si, si ahora mismo voy. ¿Esmeralda? despierta, vamos…que ya es de día.
ESMERALDA; ah, Arturo hola buenos días.
ARTURO; hola oye no quiero ser desagradable, pero es que te has quedado dormida aquí conmigo y tu padre y todos ya están despiertos… tienes que irte por que te pueden ver aquí…
ESMERALDA; si, si tienes razón. Gracias por lo de ayer.
ARTURO; tranquila, no fue nada…
NORA: ¡vamos, Esmeralda!
ESMERALDA: que si, que si ya voy. ¡adiós, Arturo!
GODOFREDO: Buenos días, hija
ESMERALDA: ¡Padre!....buenos días
GODOFREDO; ¡qué madrugadores estáis hoy!
ESMERALDA; ya, es que…
NORA: Es que tenemos cosas que hacer, Esmeralda, ¿nos vamos?
ESMERALDA; Si, vamos. Adiós, padre
GODOFREDO: adiós, pasarlo bien. Ven, joven ayúdame con un caballo
ARTURO: si, por supuesto
GODOFREDO: ¿Dónde está Eliseo?
ARTURO; no lo sé, no lo he visto aun…
ELISEO; Estoy aquí…
GODOFREDO; ah hola, tú vas a ir con Pablo a buscar unos caballos
ELISEO; de acuerdo
PABLO; buenos días, señor. Ya estoy listo
GODOFREDO; Pablo, buenos días te acompañará Eliseo ¿de acuerdo?
PABLO: si, perfecto. Vamos Eliseo. Hasta luego
ELISEO; luego volveremos. Adios
GODOFREDO: vale, Arturo. Ven, necesito que me ayudes con este caballo, está enfermo y tengo que sacrificarlo
ARTURO; ¡oh! Vale… ¿Qué hago?
GODOFREDO; sujeto por aquí, que no sé mueva
ARTURO; vale
Mientras tanto, Esmeralda y Nora…
NORA; oye ¿no me vas a contar qué tal ayer?
ESMERALDA; si, bueno, pero ¿Qué quieres que te cuente? No pasó nada, si es eso lo preguntas…
NORA: bueno, pero algo haríais, ¿no?
ESMERALDA; si, hablar
NORA; pues, vaya… hablar. Si lo sé, no le digo nada.
ESMERALDA; pero ¿Qué querías que pasará?
NORA; pues, no sé un beso por lo menos…
ESMERALDA; es  que…
NORA; es que, nada. Si ambos estáis enamorados el uno del otro se os nota, ¿ a que esperáis?
ESMERALDA; bueno, oye ¿y Diana?
NORA; no me cambies de tema
ESMERALDA; ¿quieres dejarlo ya?
NORA; ¡no!
ESMERALDA; pues yo si… ¿ y Diana?
NORA; con su nooovio…
ESMERALDA; ah, vale
NORA; vale, ya cambio de tema, ¡que mujer! A ver ¿ que quieres hacer?
ESMERALDA: no sé, oye, ¿Qué te parece si vamos a buscar a Emma, la amiga de Arturo?
NORA; ¡ah! ¡sigues pensando en él!
ESMERALDA; no, pensaba en invitar a Emma
NORA; ya, anda…¡vamos!
Se fueron a buscar a Emma y luego a dar un paseo y a comer todas juntas, por la tarde aparecieron las tres en casa de Esmeralda, allí estaba Arturo trabajando.
ESMERALDA; mira, Emma, te voy a enseñar mi casa.
EMMA; ¡menuda casa tienes!
ESMERALDA: ¿te gusta? bueno, me alegro. Voy a cambiarme, si quieres date una vuelta con Nora por la casa. ¡ah! creo que por ahí estará Arturo… bueno estará trabajando, pero…
EMMA; vale, ¿vienes, Nora?
NORA; si, claro, vamos.
EMMA; hola, Arturo
El joven estaba con el padre de Esmeralda trabajando con unos caballos
ARTURO; hola, Emma, Ahora mismo no puedo, espérame por ahí…
EMMA: vale, de acuerdo.
Las dos chicas se fueron por otro lado de la casa.
EMMA; oye, ¿quién era ese?
NORA; el jefe de Arturo y padre de Esmeralda
EMMA; vaya…
NORA; si, oye, tú… ¿sabes que Esmeralda está enamorada de Arturo?
EMMA; ¿en serio?
NORA; si
EMMA: pues… Arturo lo está de ella, me lo ha dicho.
NORA; no, si… ya me imaginaba yo algo de eso
GODOFREDO; Esto ya está, buen trabajo. Puedes ir si quieres a ver a esa amiga tuya, pero solo un rato, no tardes
ARTURO; gracias, vuelvo en seguida.
El joven salió corriendo hacia donde estaban Nora y Emma
ARTURO: ¡Emma! 
EMMA; ‘eh! ¡¡Hola!! ¿Cómo estás?
ARTURO: bien, bien. Oye, no es que no me alegre de verte, pero ¿Qué haces aquí?
EMMA: pues, me…
ESMERALDA; la he invitado yo…
ARTURO: ¿y eso?
ESMERALDA; bueno, ya te lo dije ayer que algún día la llamaría
GODOFREDO; ¡Arturo! Ven aquí ya
ARTURO: ¡ya voy, ahora mismo!
ESMERALDA; bueno, chicas ¿Qué hacemos?
NORA; no lo sé
ESMERALDA; ¿queréis que vayamos detrás a tomar el sol?
NORA: vale
EMMA: si, vamos
Las tres chicas se prepararon y se fueron a la parte de atrás a tumbarse. Allí estaba Arturo limpiando unos caballos.
EMMA; oye, ayer había otra chica, ¿ donde está?
NORA: Si, Diana. Está con su novio, Adrián.
EMMA: Es muy maja, también
NORA; Si, pero… con eso de que tiene novio… no sé es como diferente, cuando habla de el está como en una nube…
ESMERALDA: Si, pues… tú, bonita, cuando miras a Eliseo también estás como… en una nube
EMMA: ¿te gusta Eliseo?
ESMERALDA; si, está enamorada de él…
NORA: perdona, pero aquí la que está enamorada de alguien,…eres tú que te gusta Arturo.
ESMERALDA; ¡¡Nora!! Que está mi padre y te puede oír…
Entonces, como Arturo, estaba por allí cerca, al oírlo giró la cabeza. En ese momento llegó Pablo con Eliseo.
NORA: ves, pero… no lo niegas… pues he de decirte que.. Arturo nos está mirando, igual ha oído algo…
EMMA; Si y además, ahí está Eliseo también.
NORA; ¿Qué?
EMMA: ¡Eliseo! ¡hola!
ELISEO; ¿Emma? ¿Qué estás haciendo aquí?
EMMA: bueno, pues… estoy con Esmeralda y Nora
ELISEO; mañana voy a casa, que es mi día libre.
EMMA: ah, vale. Luego se lo digo a los demás. Te veo muy bien. Conoces a Nora, ¿no?
ELISEO: si, hola ¿cómo estás?
NORA: bien, gracias
GODOFREDO: ¡Eliseo, ven aquí!
ELISEO: chicas, os dejo que me llaman. Adiós
GODOFREDO: ¿Cuántas veces debo deciros que no habléis con ellas?
ELISEO: solo saludaba, a mi amiga, Emma
GODOFREDO: bueno, ponte a trabajar.
Las chicas se quedaron allí toda la tarde y, ya por la noche, se fueron, Pablo se ofreció a llevarlas a sus casas.
EMMA: Bueno, Esmeralda muchas gracias por invitarme muy bonita tu casa. Hasta luego.
NORA: bueno, nena, nos vemos mañana.
ESMERALDA: De nada, guapa, ya nos veremos. Vale, Nora, nos vemos chicas. ¡Adiós!
EMMA: ¡¡adiós, chicos!!
ARTURO y ELISEO: ¡¡Adiós, Emma!!
ESMERALDA; bueno, pues yo me voy a ir dentro a ducharme. Buenas noches, chicos
ELISEO; buenas noches, Esmeralda
ARTURO: Buenas noches,…
Ella se metió dentro de casa y los dos chicos se quedaron fuera.
ARTURO: ay, Eliseo, estoy loco por ella, pero ¿tú la has visto? Es guapísima y además, muy buena. ¿has visto lo bien que se lleva con Emma?
ELISEO; Si, Arturo… Estás como ido, pareces otro.
ARTURO: ¡No me digas que no te parece guapa!
ELISEO; no, si yo no te digo que no lo sea, pero… sabes de sobra que es imposible… ¿verdad?
ARTURO: Sí, pero… me da igual, yo la quiero ¡y no voy a parar hasta conseguirla!
ELISEO; bueno, tú mismo.
Mientras tanto, Esmeralda estaba sola en su habitación pensando….
ESMERALDA: es tan guapo… creo que me estoy enamorando realmente de él. Sé que no debo, pero es que… no sé qué hacer.
Después de la cena, Esmeralda se fue a dormir como siempre, pero…cuando estaba en su habitación sola Arturo la llamó desde la calle.
ARTURO: ¡Esmeralda! ¡Esmeralda!
Esmeralda se levantó de la cama y se asomó a la ventana.
ARTURO: ¿puedes bajar un momento? Me gustaría hablar contigo…
ESMERALDA; eh… si, claro. Espera
La joven chica bajó a la calle algo sorprendida.
ESMERALDA; ¿Qué te ocurre?
ARTURO: bueno, es que… es que…
Arturo estaba pensando besarla directamente y así lo hizo. La acercó a el cogiéndola de la cintura y la besó. Esmeralda se quedó impresionada y sin palabras.
ARTURO: Eso era…
ESMERALDA; es que estoy,… no me esperaba esto.
ARTURO; lo siento, es que… no sabía cómo decirte, que… que te quiero
ESMERALDA; ¿Qué?
ARTURO: que te quiero…
ESMERALDA; yo, yo… yo también te quiero, Arturo
Esmeralda se acercó a él y le devolvió el beso. Ahora era él el que no se esperaba esta reacción
ESMERALDA; pero tú sabes que no puede ser, que mi padre… que nadie lo va a aceptar.
ARTURO; me da igual, con tal de que tú me quieras…
ESMERALDA; ay, Arturo… no me digas eso
ARTURO: ¿ por qué? Si es verdad…
ESMERALDA; porque me pones nerviosa… bueno, yo debería irme
ARTURO: si, vete a dormir
ESMERALDA: ¿oye? Ven quédate dentro…
ARTURO: ¿Qué? ¿dentro?
ESMERALDA: si, en una de las habitaciones de arriba puedes quedarte que no se van a dar cuenta.
ARTURO: y ¿tu padre?
ESMERALDA: no te preocupes, solo vete antes de que amanezca y ya está, no se va a enterar. Pero no te quedes dormido… eh?
ARTURO: está bien, vamos entra
ESMERALDA; vamos, mira allí quédate en esa habitación.
ARTURO: vale
ESMERALDA; buenas noches, Arturo…
ARTURO; buenas noches,… oye, ¿un beso, no?
ESMERALDA; vaaale, pero uno que nos van a ver.
Se besaron y , luego,  ambos se fueron a dormir cada uno a su habitación.
ARTURO: adiós, amor…
ESMERALDA: (sonriendo) adiós…
Al día siguiente, Esmeralda se levantó temprano y fue a ver donde estaba Arturo
ESMERALDA; ¿Arturo? ¿estás aquí?
El joven seguía durmiendo…
ESMERALDA; ¡¡Arturo vamos, despierta que ya es de día!!
ARTURO: ¿Qué? Ah… hola…
ESMERALDA; hola,… ya es de día, deberías irte
ARTURO: si,…
Se miraron y ,después, le besó
ESMERALDA; venga, vete que ya te van a pillar…
ARTURO: vale, ya me voy si me echas…
ESMERALDA: No seas tonto, ¡hombre! Yo no quiero que te vayas, pero si te ven aquí…
ARTURO: ya lo sé, tonta. Bueno luego te veo ¿vale?
ESMERALDA: si, claro. Venga corre que ya se ha despertado mi padre… ¡Arturo! … ¡te quiero!
Él se quedó mirándola muy feliz y volvió a besarla apasionadamente.
ARTURO: yo también te quiero, amor
Después, ella se fue a vestir y bajó a desayunar
ESMERALDA: buenos días, padre
GODOFREDO; hola, hija mía ¿Arturo? ¿Nos vamos?
ARTURO: bien, vámonos
Al salir, Arturo giró la cabeza y le guiñó un ojo a Esmeralda y ella sonrió
VICTORIA: buenos días, hija
ESMERALDA: buenos días, madre ¿Qué vas a hacer hoy?
VICTORIA: bueno, tengo mucho trabajo que hacer. Tengo que ir a comprar unas telas ¿Por qué?
ESMERALDA: no, por nada… voy contigo ¿de acuerdo?
VICTORIA: Si, claro… no hay ningún problema. Espérame un momento, que termino y nos vamos
ESMERALDA; vale, estaré por aquí
Mientras su madre terminaba, Esmeralda miraba por la ventana a Arturo. Ella pensaba si estaba bien o no enamorarse de él, pero le parecía tan guapo y era tan bueno con ella. Además, él también estaba enamorado de ella.
VICTORIA: ¿nos vamos, hija?
ESMERALDA; si, vamos
Esmeralda y su madre se fueron y , al rato, llegaron Nora, Diana y su novio, Adrián.
DIANA: hola, Don Godofredo, ¿está su hija?
GODOFREDO: pues, no lo sé, creo que se ha ido con su madre a comprar unas telas.
DIANA: Vaya, bueno… gracias ¿podría decirle que hemos venido a buscarla?
GODOFREDO: Si, claro, por supuesto
DIANA: gracias, adiós. Vamos que no está, se ha ido con su madre. Luego volvemos otra vez.
NORA: vale, y ¿Qué hacemos ahora?
DIANA: no lo sé
ADRIAN: ¿queréis que vayamos de compras?
NORA: vale
DIANA: ¡si!
Después de varias horas, Esmeralda y su madre volvieron de comprar telas a casa.
GODOFREDO: ahí, viene mi hija, Arturo, ve y ayúdalas con las cosas
ARTURO: de acuerdo. Señoras, ¿las ayudo?
VICTORIA: Si, si gracias nos puedes ayudar a bajar y luego con todo esto.
ARTURO: de acuerdo, señorita ¿la ayudo a bajar?
ESMERALDA: si, gracias
Los dos jóvenes se dedicaron una mirada dulce y Arturo le dio una flor a Esmeralda con cuidado de que su madre, que estaba allí mismo, no se diera cuenta.
VICTORIA: Son bonitas las telas, ¿verdad?
ESMERALDA: ¿Qué?
VICTORIA: las telas, ¿a que son bonitas?
ESMERALDA; ah, si sí preciosas
VICTORIA: hija mía, estás muy rara. ¿Eh?
ESMERALDA: ¿yo? no, madre… es que….
VICTORIA: bueno, bueno… da igual
Entonces, Godofredo llamó a su hija para decirle que sus amigas habían estado allí a buscarla.
VICTORIA: mira, que te llama tu padre, vete, anda….
GODOFREDO: te han venido a buscar tus amigas…
ESMERALDA: ¡vale! ¿ puedo ir con ellas?
VICTORIA: ¿ahora? No, no pero si ahora vamos a comer…
GODOFREDO: no, hija ahora no luego, después de comer te vas con ellas
ESMERALDA: vale,…
Después de comer, Esmeralda se fue con sus amigos, pero… al salir de su casa…
ARTURO: Esmeralda, ven…
La joven se giró y vio que era Arturo quien la llamaba.
ARTURO: ¿Dónde vas?
ESMERALDA; con mis amigas
ARTURO: bueno, pues… luego nos vemos., ¿no?
ESMERALDA: claro….
ARTURO: dame un beso…
La joven dio un beso a Arturo, pero… uno de los sirvientes los vio, Hugo, era un joven que quería que Arturo se marchara de la casa y pensó que si le contaba lo que acababa de ver a Godofredo el joven Arturo sería despedido…
ARTURO: espera… ¿ has oído eso?
ESMERALDA: ¿Qué? No he oído nada…
Arturo se giró y vio que Hugo estaba allí escondido tras la pared.
ARTURO: ¡Hugo! ¿Qué estas haciendo allí escondido?
HUGO: no, no… ¿Qué estáis haciendo vosotros dos?
ARTURO: ¿como?
HUGO: si, que os he visto, he visto como la besabas… y ¿sabes que? Que estoy pensando en contárselo al jefe…
ARTURO: ¿Qué? No te atreverás….
HUGO: ¿Qué no? está dentro, ¿verdad?
ESMERALDA: Hugo, espera…
HUGO: ¿Por qué?
ESMERALDA: no le digas nada… por favor
HUGO: y ¿Qué gano yo con no decirle nada a tu padre?
ESMERALDA: ¿Cómo que, qué ganas tu?
ARTURO: nada, simplemente no se lo digas…
HUGO: jaja, ¿pretendéis que yo no le diga nada y que deje que esto siga así? ¿creéis que soy estúpido? Yo no se lo digo, pero… quiero algo a cambio
ESMERALDA: ¿Qué quieres?
HUGO: pues. Para empezar, tú Arturo… te quiero fuera de aquí
ESMERALDA: ¿Qué? No, de eso nada…
HUGO: Vale, pues…  nada se lo digo
ARTURO: ¡espera! Vale,… me iré, pero no le digas nada a Godofredo
HUGO: si tu te vas, yo no diré nada…
ESMERALDA: ¿Qué? No, no… yo no quiero que te vayas, Arturo
ARTURO: tranquila, no te preocupes… ya pensaremos en algo y volveré. Tu vete ahora y yo… iré a decirle a tu padre que me voy….
ESMERALDA: está bien… te quiero, adiós.
ARTURO: yo también, adiós.
Esmeralda se fue muy triste dentro de su casa y Arturo tuvo que ir a hablar con Godofredo y decirle que se iba para que no descubriera lo suyo con Esmeralda.
ARTURO: disculpe, señor, ¿puedo hablar con usted?
GODOFREDO: eh… si, si pasa, vamos a mi despacho. Dime ¿Qué te ocurre?
ARTURO: bueno, pues… es que, me quiero ir, es decir, dejarlo.
GODOFREDO: ¿dejarlo? ¿estás seguro?...
ARTURO: si, estoy seguro… quiero irme
GODOFREDO: bueno, pues… si es así, vale, que te vaya muy bien todo y gracias
ARTURO: Gracias a usted por todo, señor
Esmeralda se fue a casa de Diana con Nora y Adrián.
ESMERALDA: hola, chicos
DIANA: hola
ADRIAN: hola Esmeralda
NORA: Hola, Esme
DIANA; ¿Qué te pasa?
ESMERALDA: es que… ha pasado algo
NORA: ¿Qué? ¿Qué ha pasado?
ESMERALDA: Bueno, pues es que…Arturo se va a ir de mi casa
DIANA: ¿Qué? ¿Por qué?
ESMERALDA: pues es que, nos vio Hugo besándonos…
DIANA: ¿Qué? Halllá…
NORA: entonces, ¿es verdad que te gusta?
ESMERALDA: bueno, si es verdad, pero no hablamos de eso. El caso es que Hugo nos dijo que se lo diría a mi padre si Arturo no se iba de mi casa.
ADRIAN: hablaré con Hugo…
ESMERALDA: no, Adrian, muchas gracias. No es necesario
ADRIAN: Pero, no te puede hacer eso… no es nadie para hacerlo
ESMERALDA: bueno, como quieras…
NORA: bueno, venga vamos a dar una vuelta y así te relajas, Esme…
Se fueron todos a tomar un helado y , después, Esmeralda se fue a casa acompañada por Adrián.
ADRIAN: venga, vámonos te acompaño a casa  y vamos a hablar con Hugo. Verás cómo lo solucionamos
ESMERALDA; vale, gracias. Adiós, chicas ya nos veremos y os cuento.
DIANA Y NORA: vale
ADRIAN: luego te voy a buscar, Diana. Te quiero
Cuando llegaron, Arturo se iba a su casa…
ESMERALDA: hola, Arturo
ARTURO: hola, guapísima
ESMERALDA: ¿ya te vas?
ARTURO: si, ya me voy. He hablado con tu padre y esta de acuerdo, no sabe nada…
ESMERALDA: espera, te presento a un amigo, Adrián.
ARTURO: hola, encantado
ADRIAN: Igualmente
ESMERALDA: Me ha acompañado porque va a ayudarnos, va a hablar con Hugo de… lo que pasó.
ARTURO: ¿se lo has contado?
ESMERALDA: Si, es un amigo y no va a decir nada…
ADRIAN: Bueno, voy a hablar con el ¿vale?
ESMERALDA: si, nosotros te esperamos por aquí…
ARTURO: no, espera, vamos contigo
Los tres fueron a buscar a Hugo y hablaron con el
ADRIAN: hola, ¿eres Hugo?
HUGO: si, ¿Quién eres?
ADRIAN; Me llamo Adrian y soy amigo de Esmeralda y Arturo
HUGO: ah… ya
ADRIAN: bueno, me han dicho que tú quieres contarle al padre de Esmeralda lo que viste.
HUGO: si, y voy a decírselo ahora mismo…
ARTURO: ¡no! ¡!espera!!
Arturo cogió del brazo a Hugo para pararlo y evitar que se marchara
HUGO: ¿Qué haces? ¡¡suéltame!!
ARTURO: vale, yo te suelto, pero quieto aquí
ESMERALDA: ¡¡queréis parar los dos!! Hugo, no le digas nada a mi padre, no puede saberlo
En ese instante, salió Godofredo  de la casa
HUGO: acaba de salir tu padre…
ESMERALDA: por favor…
HUGO: y ¿ que me dais a cambio?
ARTURO: yo me voy a ir ¿no era eso lo que querías?
HUGO: si, pero… ahora es no me sirve, quiero algo mas
ARTURO: joder, ¡¡ pero que más quieres!!
GODOFREDO:  ¿Qué esta pasando aquí?
ARTURO: nada…
GODOFREDO: ¡tu! Pero, ¿ no te ibas?
ARTURO: si, es que…
ESMERALDA: si, si ya se iba… ¿verdad?
ADRIAN: bueno y nosotros también ¿ verdad, Esmeralda?
ESMERALDA: Si ,claro…
Arturo miro a Hugo como diciéndole que le dijera nada porque  sino… muy enfadado. Y solo por esa mirada, Hugo se lo dijo…
HUGO: disculpe, señor
GODOFREDO: si…
HUGO: tengo que hablar con usted de algo importante
GODOFREDO: bien, pues dime.. .
HUGO: bueno, es que tengo que decirle algo que no le va a gustar, he visto a Esmeralda besando a Arturo….
GODOFREDO: ¿¡cómo!? ¿estás seguro?
HUGO: si, totalmente. Yo mismo los vi
GODOFREDO: Pues me vana a oir esos dos, Hazme el favor y ve a por ellos, ¡¡ya!!
Hugo se fue a buscar y cuando volvieron los tres…
ESMERALDA: ¿Qué ocurre, padre?
GODOFREDO: como que ¿Qué pasa? Tú sabrás
Arturo miro a Hugo muy cabreado
GODOFREDO: ¡¡pues que sé lo tuyo con Arturo, hija!!
ESMERALDA: ¿Qué? ¿se lo has contado?
GODOFREDO: entonces, ¿es verdad?
Arturo agarró a Hugo y se puso a golpearle, pero Godofredo los separó
GODOFREDO: ¡estaos quietos! Vamos a ver, tu Hugo ¿estás seguro de que lo que viste?
HUGO: si, totalmente
ARTURO: serás… ¡te mataré!
GODOFREDO: ¡¡vale ya!! Silencio. Hija, ¿es cierto?
ESMERALDA: pues, si, pero… yo le quiero mucho, padre
GODOFREDO: vale, calla, cállate. Y tu, Arturo. ¿ tienes algo que decir?
ARTURO: pues es que es verdad y que… estoy enamorado de ella
GODOFREDO: vale, pues… ahora tú te vas de mi casa, pero no porque tu quieras sino porque yo te echo de aquí. Y ¿tu? Hija no saldrás de casa sin que te acompañe alguien siempre.
ESMERALDA: ¿Qué? Pero, ¡¡padre!! No, por favor, eso no
ARTURO: señor, por favor, haga lo que tenga que hacer conmigo, a mi me da igual, pero a ella no le haga nada, no tiene la culpa. Fui yo
GODOFREDO: me da lo mismo
Al final Arturo se fue y Esmeralda se quedó llorando en su casa. Mientras tanto….
HUGO: buenos días, ya está hecho
ALFREDO DE ROCAGRANDE: bien, ya te daré tu parte, buen trabajo.
Hugo se fue y Alfredo de Rocagrande, fue a casa de Esmeralda
ALFREDO: buenos días, Don Godofredo
GODOFREDO: hola, ¿qué tal tu padre?
ALFREDO: bien ¿y vuestra hija?
GODOFREDO: pues está arriba, llorando…
ALFREDO: y ¿eso por qué?
GODOFREDO: bueno, hemos tenido un problema con el nuevo…
ALFREDO: vaya, voy a verla, ¿me lo permite?
GODOFREDO: si, claro… ve
ALFREDO: gracias
El joven Alfredo subió riéndose pensando en la gran obra que había hecho, separar a Arturo de ella. Llamó a la puerta…
ALFREDO: ¿ se puede?
ESMERALDA: ¿Alfredo? Si… pasa
ESMERALDA: bueno, no muy bien ¿Qué haces aquí?
ALFREDO: venir a verte, estamos prometidos, ¿no? bueno, o casi
ESMERALDA: bueno eso, de que estamos prometidos… yo no estoy de acuerdo…
ALFREDO: pues tu padre lo dijo aquel día y me dijo que tu estabas de acuerdo totalmente…
ESMERALDA: ya, mi padre… bueno, ¿Qué quieres, Alfredo?
ALFREDO: bueno, ver como estabas, futura esposa…
ESMERALDA: ¡que no lo digas!
ALFREDO: bueno, bueno. Me voy que tengo cosas que hacer… 
ESMERALDA: hasta luego
Alfredo fue a la calle donde estaba Godofredo
ALFREDO: Me voy…
GODOFREDO: bien, recuerdos a tus padres…
ALFREDO: vale, vale oiga ¿le ha contado lo de la boda a Esmeralda? Debería decírselo ya par que se vaya haciendo a la idea.
GODOFREDO: si, lo haré
Por fin llegó la noche y Esmeralda quería ver a Arturo
VICTORIA: Esmeralda, hija ven a cenar
ESMERALDA: ¡no tengo hambre! Voy a dormir ya
GODOFREDO: déjala que haga lo que quiera
VICTORIA: aun no me lo creo, que ese chico le haya podido hacer esto a mi niña
GODOFREDO: bueno, ella también tiene su parte de culpa, pero, sí, él es un sinvergüenza. Estoy pensando en echar también a su amigo, Eliseo, no me fio de el tampoco.
VICTORIA: pues, sé échalo. Siendo amigos suyo, puede que sea como el
Mientras ellos hablaban, Esmeralda solio por la ventana de su habitación, se escapó para poder ver a Arturo. Llegó al barrio donde vivía Arturo y se puso a buscarle, casualmente, Arturo estaba en la calle, paseando con su padre…
ARTURO: ¿Esmeralda? Disculpe, padre, ahora vuelvo. ¡¡Esmeralda!!
ESMERALDA: ¡¡Arturo!!
ARTURO: ¿Qué haces aquí? ¿estas bien? ¿te ha pasado algo?
ESMERALDA: estoy bien, pero… tenia ganas de verte, me he ido de casa, mis padres no saben que estoy aquí…
ARTURO: ¿Qué te has ido de casa?
ESMERALDA: si, se supone que estoy durmiendo…
ARTURO: ahí, mi niña…
ESMERALDA: es que,… tenía ganas de verte,…
ARTURO: vale, vale… vamos, te presentaré a mi padre
Los dos jóvenes fueron abrazados hasta donde estaba el padre de Arturo
ARTURO: padre, esta es Esmeralda. Él es Jimeno, mi padre. Ella es Esmeralda
JIMENO: ah…. ¿tu eres la chica de la que está enamorado mi hijo?
ARTURO: padre…
JIMENO: bueno, perdón,…
ARTURO: bueno, vamos a casa, que hace frio
JIMENO: si, venga. Muchacha ¿has comido algo?
ESMERALDA: no, nada…
JIMENO: bueno, pues… todos a cenar
Entonces los tres entraron en casa de de Arturo y cenaron junto con la madre de Arturo. Después de cenar, Arturo la acompaño en poco hasta su casa
ARTURO: bueno, Esmeralda, tengo que irme ya…
ESMERALDA: ¿Por qué? Espera un poco…
ARTURO: es muy tarde ya…
ESMERALDA: No, pero, si aún es pronto… quédate un ratito mas conmigo, anda
ARTURO: les has caído bien a mis padres…
ESMERALDA: son buena gente, igual que tú…
ARTURO: ¿a si?
ESMERALDA; Si, aunque... a veces…
ARTURO: ¿Qué?
ESMERALDA; que no me haces caso…
ARTURO: ah, eso… bueno, es que…
ESMERALDA: nada, Es verdad, y ya está
ARTURO: mírala, ¡tendrás morro! Ven aquí…
Esmeralda salió corriendo y Arturo tras ella.
ESMERALDA: ven, ven a cogerme, ven, ven.
En ese momento pasó un carro con cuatro caballos…
ARTURO: Esmeralda, ¡¡Cuidado!! 
Arturo salió corriendo y cogió a la joven por la cintura apartándola de la trayectoria del carro.
ARTURO: cariño, ¿estás bien?
ESMERALDA: si,…
Se miraron, luego se rieron y después, se dieron un beso
ARTURO: venga, vamos a tu casa.. .
Ella no dejaba de mirarlo, iba sonriendo
ARTURO: ¿Qué miras?
ESMERALDA: nada… a ti (decía mientras metía su mano entre su pelo)
ARTURO: anda, que ya hemos llegado…
Se besaron de nuevo y el se fue
ESMERALDA: ¿mañana te veré?
ARTURO: siii, anda, entra en casa ya…
ESMERALDA; vale, adiós. Te quiero
ARTURO: y yo a ti mucho, adiós
Pasaron unos meses desde aquello y ellos seguían viéndose a escondidas.
ESMERALDA; Padre, ¿puedo salir con Nora a pasear?
GODOFREDO: pero, también irá Pablo con vosotras.
ESMERALDA: está bien….
Se fueron, pero ella se iba a ver a Arturo. Pablo y Nora lo sabían y la ayudaban con sus visitas a escondidas.
NORA: te esperamos aquí a la hora de comer, ¿vale?
ESMERALDA; Si, gracias, chicos. ¡Adiós!
Se fueron cada uno por su lado… y se vieron después a la hora de comer en el lugar previsto.
ESMERALDA: hola, ¿está Arturo?
JULIETA: hola, niña. Si, está detrás
ESMERALDA; vale, muchas gracias. Huele muy bien
JULIETA: gracias, luego te daré un trozo.
ESMERALDA: vale, voy a ver a Arturo
ELISEO; hola, ¿Cómo estás?  
ESMERALDA; bien ¿ y tú?
ELISEO: bien, también. Él está allí detrás.
ESMERALDA; ¡gracias!
La chica se fue hacia donde estaba Arturo…
ESMERALDA: ¡¡hola!!
ARTURO: ¡hola, amor! ¿Cómo estás?
ESMERALDA: bien, ¿Qué haces?
ARTURO: pues, estoy preparando comida, porque hoy es el cumpleaños de mi padre.
ESMERALDA; ¿a si? Pues luego le felicitaré. Es que no le visto aun…
ARTURO: claro, es que está con las ovejas en el monte, luego vendrá. Oye ¿quieres quedarte a comer? Estará Eliseo y madre.
ESMERALDA: no puedo cariño… mi padre me espera…
ARTURO; es verdad… bueno, no pasa nada.
ESMERALDA: aunque… puedo decirle a mi padre que es… el cumpleaños de una amiga, o algo así ¿no?
ARTURO: bueno, inténtalo
ESMERALDA: vale, espérame un momento que ahora vuelvo.
Se fue a decirle a Pablo y Nora que le dijeran que era el cumpleaños de una amiga y que la habían invitado a comer, después, volvió a casa de Arturo.
ESMERALDA: hola, ya estoy aquí.
JULIETA: ¿te quedas a comer con nosotros?
ARTURO: bueno, madre es que la he invitado yo… no pasa nada, ¿no?
JULIETA: no, no, claro, perfecto
ESMERALDA: Muchas gracia. Por cierto, ¡muchas felicidades, Jimeno!
JIMENO: vaya, gracias, joven
Todos se sentaron a la mesa a comer y luego Esmeralda y Arturo se fueron solo al río. Y, después, él la acompañó a casa.
ESMERALDA: bueno, amor, ya me voy
ARTURO: vale, guapísima
La joven se metió en su casa sonriendo.
ESMERALDA: adiós…
ARTURO: te quiero muchísimo…. ¿hasta mañana?
ESMERALDA: yo también te quiero. Si, cariño, hasta mañana. Gracias, por lo de hoy…
Arturo se fue a casa y Esmeralda entró en la suya….
Al día siguiente, estaban el conde de Rocagrande, su hijo y el padre de Esmeralda en casa de ésta hablando. Ella llegaba justo en ese momento de estar con Arturo.
GODOFREDO: ¡ah! hija, hola ven estamos decidiendo la fecha de tu boda. ¿te parece el mes que viene?
ESMERALDA: ¿Qué? ¿el mes que viene?
GODOFREDO: ¿es muy pronto?
ALFREDO: no, no, es perfecto. ¡Será el mes que viene!
Esmeralda salió corriendo y se fue llorando a su habitación. En ese momento, llegó a verla Diana
DIANA: hola, ¿está Esmeralda?
GODOFREDO: si, arriba. Sube a ver si la calmas un poco.
DIANA: ¿Esmeralda? hola, ¿puedo pasar?
ESMERALDA: si, claro, pasa
DIANA: ¿Qué te ocurre?
ESMERALDA: ay, Diana ¡Me quiero morir!
La joven Esmeralda lloraba desconsolada y se abrazaba a su amiga…
DIANA: no digas eso, mi niña…
ESMERALDA: Diana, tú sabes que yo estoy enamorada de Arturo, ¿verdad?
DIANA: claro
ESMERALDA: bueno, pues, mi padre ha organizado mi boda con el hijo del Conde de Rocagrande, Alfredo, cuando has llegado, estaban decidiendo la fecha de la boda…
Según dijo esto, se puso a llorar otra vez…
DIANA: ¿Qué? Y ¿Cuándo es la boda?
ESMERALDA: El mes que viene… y ¿Cómo se lo voy a decir a Arturo?  Porque… se lo digo, ¿no?
DIANA: claro, si, si, tenemos que evitarlo como sea…
ESMERALDA: ¿Cómo? ¡¡Es imposible!!
DIANA: ya se nos ocurrirá algo… tú, de momento, deja de llorar y piensa como se lo dices a Arturo… ¿vale?
ESMERALDA: vale…adiós, Diana, gracias
Al día siguiente, quedó con Arturo…
ESMERALDA: oye, cariño,… he de contarte algo…
ARTURO: dime
ESMERALDA: es que tengo que decirte algo que… no te va a gustar y no sé cómo hacerlo, así que… en fin, allá voy… mi padre me está organizando la boda con Alfredo de Rocagrande para el mes que viene…
ARTURO: ¿Qué? ¡¡no pienso permitirlo!!
ESMERALDA: cariño, yo no quiero casarme con él, pero ¿Qué podemos hacer?
ARTURO: no lo sé, pero… ¡¡lo que sea!!
ESMERALDA: pero, Arturo, cariño, Alfredo de Rocagrande tiene mucho poder y tú puedes terminar muy mal…
ARTURO: me da igual…
ESMERALDA: y ¿Qué vas a hacer?
ARTURO: … ¡me pondré frente a él y le diré que eres mía!
ESMERALDA: pero, cariño, te meterás en un lío
ARTURO: ¿es que te quieres casar con él?
ESMERALDA: no, cariño, pero si yo te quiero a ti… pero lo que no quiero es que tú tengas problemas por esto…
ARTURO: tranquila, no va a pasar nada…
ESMERALDA: espero que no pase nada…
Después de varias horas paseando, ella se fue a casa, pero al rato…
ESMERALDA: buenas tardes, padre
GODOFREDO: buenas tardes, hija mía
ESMERALDA: ¿Dónde está mi madre?
GODOFREDO: no lo sé
ESMERALDA: bueno, voy un rato con ella
GODOFREDO: de acuerdo, pero… no os vayáis muy lejos que luego vienen a cenar Alfredo con sus padres
Esmeralda miró con cara extraña a su padre….
ESMERALDA: de acuerdo, pues aquí estaremos,… que remedio…
La joven se fue con su madre y, al poco rato, llegaron Alfredo y sus padres a la casa y todos se pusieron a cenar, poco después, Pablo interrumpió la cena.
PABLO: Disculpen señores,… Don Godofredo, ¿puedo hablar con usted un momento?
GODOFREDO: ¿ahora?
PABLO: es importante, señor…
GODOFREDO: está bien, disculpadme, por favor, vamos Pablo, cuéntame, ¿Qué ocurre?
PABLO: es ese chico, Arturo. Está aquí y quiere hablar con su hija, señor…
GODOFREDO: ¿Cómo? ¿Dónde está?
PABLO: esperando fuera, le he dicho que esperara allí.
GODOFREDO: bien, pues….vamos fuera, a ver qué es lo que quiere
Ambos salieron a la calle a hablar con Arturo.
GODOFREDO: ¿se puede saber qué estás haciendo aquí?
ARTURO: solo quiero hablar con ella…
GODOFREDO: de ninguna manera, muchacho. Vete de aquí
ARTURO: pero, señor… ¡solo quiero hablar con ella!
GODOFREDO: ¡no! ella está prometida, se va a casar con Alfredo de Rocagrande y tú no tienes nada más que hacer aquí, así que vete ahora….
ARTURO: ¡no! no me voy, señor…
GODOFREDO: ¿Cómo has dicho?
ARTURO: he dicho que no me voy, sin verla. Que sea ella quien me diga que quiere casarse y que no me quiere. Yo estoy enamorado de su hija y no voy a perderla por nada.
En ese momento, salieron a la calle Alfredo, su padre y Esmeralda y vieron que allí estaban Godofredo, Arturo y Pablo discutiendo.
ESMERALDA: padre, ¿Qué ocurre?... ¿Arturo?... ¿Qué haces aquí?
GODOFREDO: no ocurre nada, este joven ya se iba…
ARTURO: no, ¡todavía no me voy!
ESMERALDA: ¿qué está pasando? ¿Por qué estás aquí?
ARTURO: estoy aquí porque no quiero perderte, porque… no puedo vivir sin ti, cariño
ALFREDO: ¿Cómo?
ARTURO: si, ¡¡estoy enamorado de tu prometida y pienso luchar por ella!!
ALFREDO: ¡cómo te atreves!
CONDE: muchacho, si tan enamorado dices que estás de Esmeralda, no te importará batirte en duelo por ella, ¿verdad?
ARTURO: no me importa, ¿Cuándo y dónde?
ESMERALDA: ¡no! No quiero que nadie luche por mí… y menos, tú, Arturo, no quiero que te hagan ningún daño por mí. Padre, cumpliré con mi obligación y me casaré con Alfredo, pero no quiero que a Arturo le pase nada, porque nunca dejaré de quererle.
GODOFREDO: ¿enamorada, de él? Pero, hija, si no te conviene, es… ¡pobre!
ESMERALDA: ¡me da igual!
CONDE: ¡esto es indignante!
GODOFREDO: no te preocupes, Ricardo, esto está solucionado, mi hija se casará con Alfredo y este joven, Arturo… se marchará sin poner problemas,… no tomaré medidas contra él si mi hija se casa.
Arturo estaba siendo sujetado por cuatro hombres que evitaban que el joven arremetiera contra Alfredo.
ARTURO: ¡no! Yo quiero mucho a Esmeralda, así que, lucharé por ella.
CONDE: vale, así será. Habrá duelo mañana al atardecer. El que gane se quedará con Esmeralda.
ARTURO: de acuerdo
ESMERALDA: Arturo, ¡espera! No, lo hagas, cariño él es muy bueno con las armas ¡por favor! No lo hagas, no quiero que te haga daño, Arturo, ¡por favor!
El joven se marchó de la casa de Esmeralda sin decirle nada a la joven, solo la miraba,… y le acariciaba la cara… Al día siguiente, todos se reunieron para presenciar el duelo entre Arturo y Alfredo. Comenzó el duelo y enseguida Alfredo demostró su superioridad con las armas frente a Arturo. El joven conde, consiguió herir a Arturo y éste cayó al suelo, Esmeralda, al verlo, salió corriendo hacia donde estaba Arturo
ESMERALDA: ¡¡¡Arturo!!!
ARTURO: estoy bien, tranquila… no es nada.
El joven intentaba tranquilizar a Esmeralda, pero realmente la herida que tenía era muy grave y profunda, sangraba mucho.
ESMERALDA: (dirigiéndose a Alfredo) ¡le has dado!
ARTURO: tranquila, Esmeralda, cariño… estoy bien  (decía el joven mientras se intentaba incorporar)
Arturo se quejaba mucho de la herida, cada vez le sangraba más y más…
ESMERALDA: estás sangrando,…
Esmeralda no dejaba de llorar, cogía a Arturo, le acariciaba la cara y le decía muchas veces que le quería mucho, pero… después de rato, Arturo dejó de moverse… murió en los brazos de Esmeralda y ella lloraba desconsolada.
Pasaron los meses y Esmeralda estaba totalmente deprimida por aquella pérdida, no dormía, no hablaba casi con nadie, apenas comía,… como dijo su padre, tuvo que casarse con Alfredo. Al tiempo, se descubrió que estaba embarazada,… de Arturo.


Esther Montejo García